Mary Ruiz (Madrid, 1980) está en una hamaca en medio del Amazonas. Su piel de ébano se funde con la oscuridad de la selva. Envuelta con el sonido de los animales de la noche, la española sueña con futuros y pasados. Con sitios por conocer o ya visitados. En su última noche en el Perú, recuerda la energía de Machu Picchu, el esplendor del Cañón del Colca y la majestuosidad de las isla flotantes de los Uros. En esta incursión intrépida denominada mochilear, la chica apasionada por la aventura relata su paso por la nación del pisco con una sonrisa embriagadora: “Hace como seis años estuve recorriendo el Perú. Me acuerdo muy bien. Fue un viaje tan bonito. De contrastes tan grandes. A nivel de paisaje, gastronomía increíble. Dormí en el Amazonas. Yo soy viajera, pero fue algo muy nuevo para mí. Cuando entré en Machu Picchu lloré. La energía que desprende es increíble”, pronuncia Queen Mary como si estuviera dirigiendo la final de alguna competencia internacional de freestyle.
Varios años después de ese osado viaje, la Licenciada en la Carrera de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid, ganó notoriedad global en el 2016 siendo host en Red Bull Batalla de los Gallos. Sin un A.K.A. (o alias) definido, Mbaka (reconocido host español) la bautizó como Queen Mary. "Cuando empecé en batallas quería hacerme respetar pues es un complicado mundo. Yo tenía dos o tres nombres pensados. Se los propuse a Mbaka y él me dijo ‘Queen Mary, además lleva tu nombre’. Y así me presentó en el 2016, y así me quedé”.
Valientes sólo detrás de una pantalla, los haters escribían en su teclado más rápido de lo que pensaban. Con ataques que podrían noquear la autoestima del ser más duro; en sus inicios, Queen Mary sintió el mismo rechazo que muestran las personas ante algo nuevo: “La gente no me conocía y fue complicado. Me afectaba, Me generaba ciertas inseguridades. Pero ahora ha cambiado 180° en muy poco tiempo. Es un público que ha sabido entenderme, a la larga, y ahora ya me reciben con mucho respeto”. Rechazando el término ‘influencer’, Queen Mary le rinde tributo al trabajo y se cataloga como comunicadora. La host que a los 16 años escuchaba bandas como Iron Maiden y The Offspring, encontró a los 20 las instrumentales de Lauryn Hill y Violadores del Verso. Entre bases, rimas y mensajes, la española fue dando forma a su pasión y la convirtió en profesión.
Cada vez hay más mujeres en el freestyle
Luego de realizar, desde el 2016, un gran papel en España, Queen Mary vivirá en el Perú su primera experiencia dirigiendo a un público latinoamericano. Compartiendo micrófono con el mexicano Serko Fu, la host española gráfica la experiencia “como un sueño” y suscribe como “muy bueno” el momento actual de Perú en la escena del freestyle internacional. Escorpiana y apasionada por el arte brasileño de la capoeira, no le gusta vaticinar a un ganador pues siente que “desprestigia un poco las posibilidades de otros”, sobre todo cuando se trata de un evento que, de ganar, “les puede cambiar la vida pues se profesionalizan tanto que viven de ello”.
El rostro femenino más visible del mundo del freestyle siente una gran responsabilidad. “Por ser mujer, quieras o no, yo sé que hay jovencitas que se fijan en mí, quizá, para empezar a batallar o para subirse al escenario. En ese sentido, hay que llevar todo con una cierta responsabilidad. Sobre todo, en las redes sociales. Ayer tuvimos una charla con chicas, y cada vez hay más, y creo que cada año se va a normalizar la presencia de chicas en las batallas”, comenta Queen Mary.
Con la llegada de nuevos géneros como el trap y establecidos ritmos como el reggaetón, Queen Mary alega que existe una necesidad de la mujer por expresar sus deseos. Con frases emblemas como: “Yo decido el cuándo, el dónde y con quién”, “En la baraja la reina soy yo”, “Si yo bailo no es para ti nada más”, esta corriente musical busca que el mensaje cale en la sociedad. “Últimamente hay muchas artistas que hacen un reggaetón feminista. Es contado desde el punto de vista femenino y resulta bastante explicito”.
“Tengo mucho de Mary en Queen Mary. Creo que Queen Mary saca la parte más diva y más disfrutona, Y encima del escenario es super segura. Se divierte, se siente sensual, guapa y va por todas. Entonces esa sensación es lo que aportó de Reina a Mary”.
Acostumbrada a los viajes y al movimiento, la emperatriz Amazona, en la tranquilidad de un hotel sanisidrino, soñará pensando en el futuro y en el pasado. Sobre las sábanas blancas dormirá recordando la paz de la selva peruana o imaginando la energía que sentirá el sábado en la Costa Verde. Quizá en un mundo de igualdad o en una incursión musical.