Considerada una de las grandes bailarinas del siglo XX, Alicia Alonso falleció este jueves en La Habana, Cuba. Durante más de 40 años, empleó su experiencia y energía en los escenarios para convertir la danza elitista en un arte popular en la isla caribeña. Aquí te damos 10 datos para entender por qué fue un personaje tan relevante para el arte mundial:
1. Fue “prima ballerina assoluta”, la única latinoamericana en ese selecto grupo de bailarinas excepcionales.
Tras iniciar su formación artística en 1931 en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical de Cuba, la carrera de Alicia Alonso fue ascendente. A finales de la década de 1930 estaba lista para su debut profesional y lo hizo en Broadway, trabajando en comedias musicales. A partir de allí su carrera cosechó toda clase de éxitos interpretando los papeles más destacados del repertorio clásico y romántico. En Cuba, debido a sus magistrales interpretaciones, se hizo común la frase: Alicia nació para que Giselle no muriera.
2. Fue dueña de una técnica dancística inigualable
Cuando niña, Alicia Alonso solía andar en puntas de pie por toda la casa. Su padre le exigía que “camine normal”, disconforme con la idea de que su hija se dedique al baile. Con ayuda de su madre, desarrolló su vocación y se convirtió en la más grande artista de la danza de América Latina. Guardó las zapatillas de ballet a punto de cumplir 75 años, y se dio el lujo de desarrollar complejas técnicas. Fue capaz de ejecutar “sautés sur la pointe en arabesque penchée” -como ella misma bautizó a los saltos hacia atrás que daba con una pierna en punta de pie y la otra levantada a 90 grados- y 32 fouettés -giro sobre su eje en una sola pierna- de El Lago de los Cisnes, incluso con más de 40 años cumplidos.
3. Creó la compañía de ballet más importante de Cuba y de América Latina
Emigró muy joven a los Estados Unidos y terminó su formación en Nueva York. Ingresó al American Ballet Caravan, hoy New York City Ballet. Tras regresar a Cuba, en 1948 fundó el Ballet Alicia Alonso que dos años después del triunfo de la revolución de Fidel Castro, en 1961, se convirtió en el Ballet Nacional, la compañía más célebre de América Latina.
4. Y luego creó el Festival de Ballet de La Habana
A partir de 1960 comienza a realizarse el Festival Internacional de Ballet de La Habana, que adquiere prestigio y premios internacionales. Países de los 5 continentes han participado del evento en el que se han estrenado a nivel mundial más de 198 títulos. Entre ellos: “Muerte de Narciso”, con coreografía de Alicia Alonso.
5. Convirtió a La Habana en capital del ballet
En una isla de 11,2 millones habitantes, donde el ballet clásico era casi desconocido, Alicia Alonso vio lo que nadie más. “No por ser una isla quiere decir que no podamos competir con el mundo”, dijo en una entrevista. En la actualidad, gracias a los esfuerzos de la bailarina, expertos e íconos tan prominentes como Mijaíl Baryshnikov han destacado la calidad de los bailarines cubanos de inmediato por su gracia y su técnica.
“Es imposible no darse cuenta cuando un bailarín cubano entra en el estudio”, escribió el más grande de los bailarines rusos en el prólogo del libro “Cuban Ballet” de Octavio Roca, un crítico de artes cubano-estadounidense. “Se dice que nadie nace siendo bailarín, tienes que querer serlo más que nada en el mundo. Estos cubanos quieren y se sienten privilegiados de ser parte de esto. Se entregan por completo”, añadió.
6. Formó a algunos de los más grandes bailarines cubanos
Alicia Alonso enfrentó constantemente una fuga de talentos que decidieron abandonar la isla, ya sea para escapar del régimen o, según la mayoría de los entrevistados, para aprender otras formas de danza que no llegaban a la isla. Entre los bailarines más conocidos que han pasado por su escuela destacan las ‘cuatro joyas del ballet cubano’: Aurora Bosch, Josefina Méndez, Loipa Araújo y Loipa Araújo.
7. Acercó a los hombres a la danza... aunque no quisieran
Aurora Bosch, una de las “joyas” del ballet cubano y alumna de la escuela de Alonso, recuerda que Alicia atrajo a los hombres a la danza, incluso con engaños, cuando en la isla se les tildaba de homosexuales por practicarlo. Algunos de los discípulos masculinos de la ‘prima ballerina’, como Carlos Acosta, han formado nuevas compañías, y dado fama mundial a la calidad del ballet cubano.
8. Le dijeron que si seguía bailando se quedaría ciega, y prefirió la enfermedad al retiro
Con apenas 20 años de edad, la bailarina sufrió desprendimiento de retina en ambos ojos. Le sugirieron recostarse para que el mal no empeorara, bajo el riesgo de quedar ciega. Pero ella decidió bailar y el mal continuó. Fue operada, siguió bailando y la situación se agravó. Entre ver y bailar, Alicia Alonso siempre prefirió bailar.
9. No paró pese a la enfermedad
Viendo apenas luces y sombras la mayor parte de su vida, Alicia Alonso continuó bailando, creando y enseñando. Fuera del escenario, empero, siguió montando coreografías, decidiendo cada gira y cada programa de la compañía. Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, su nombre de nacimiento, dijo que siempre siguió bailando en la mente. “Bailo dentro de mí, con mis ojos cerrados”, afirmaba.
10. Fue homenajeada en vida
En un gesto desacostumbrado en la Cuba socialista, se bautizó un edificio público con el nombre de una personalidad viva. El Gran Teatro de La Habana, sede de la compañía, se llama desde 2015 Alicia Alonso.
(Fuente: con información de agencias EFE, AP y Reuters)