Bruno Odar: "El teatro es mi trinchera y debo sobrevivir"
Bruno Odar: "El teatro es mi trinchera y debo sobrevivir"

Desafiando las costumbres de su época, Julieta se casa con Romeo en contra de la opinión de su familia. Al final, muere envenenada. Desdémona, esposa de Otelo, una mujer fuerte y rebelde, decide ir en contra de los designios de su padre y no acepta un matrimonio arreglado, pero luego muere asesinada por los celos del hombre que eligió como compañero.

Para , Shakespeare escribió tragedias que ocultan un trasfondo polé- mico. "En sus obras se castigan las virtudes femeninas. Lo que hago en 'La materia de los sueños' es interpretar y comparar estos personajes clásicos con las mujeres actuales", afirma el actor.

—Es atrevido cuestionar a Shakespeare.

Es cierto que la obra cuestiona a Shakespeare, pero también cuestiona al mundo. La época isabelina es el punto de partida para criticar la modernidad que estamos viviendo hoy en día y hablar, sobre todo, de la condición de la mujer en el mundo.

—¿Sigue siendo responsabilidad de un actor el cuestionar su realidad?

Es la labor de todos los actores de teatro del mundo, además de dramaturgos, directores o de quien esté detrás de estos espectáculos. Las obras de teatro surgen de una necesidad de cuestionar la realidad. Por eso el teatro siempre ha sido visto como un grito que surge de la necesidad humana de entender diversos sucesos.

—Si es así, ¿por qué crees que el teatro ha sucumbido ante la televisión en la preferencia del público?

El teatro no ha sucumbido, sigue vivo. Y está ahí siempre para cuestionar y gritar lo que siente.

—Pero hoy la gente prefiere prender el televisor que ir al teatro

Pero no se puede comparar, son lenguajes distintos. El teatro trabaja con los símbolos, con lo que queremos decir detrás de lo que se pone en escena, es un trabajo poético. La televisión es instantánea, inmediata. Es concreta, sus textos son cotidianos.

—¿Es complicado para ti vivir constantemente entre el teatro y la televisión?

Tengo dos sensaciones. La primera es que soy actor, he elegido serlo. No soy el intérprete que se enfrasca en el teatro o que quiere hacer cosas íntimas y con un sentido muy profundo. He elegido ser el actor que subsiste dentro de un sistema. Por otro lado, yo tomo "Al fondo hay sitio" como un trabajo. Trato de que, en la medida de lo posible, la gente pueda reflexionar viendo a mi personaje en la serie, Luchito.

—¿Es eso posible?

Espero que sí. Para bien o para mal, "Al fondo hay sitio" refleja cómo somos en realidad. Todavía hay problemas de racismo en esta Lima tan huachafa. En resumidas cuentas, la televisión es simplemente un trabajo para mí y el teatro es mi amor. "Al fondo hay sitio" es donde tengo que trabajar. Algunas cosas las hacemos porque estamos dentro de un sistema humano en el que necesitamos ganar dinero. Y esto no quiere decir que sea malo, pues tengo la suerte de ser un actor que se desenvuelve bien tanto en el cine como en el teatro y la televisión. No asumo mi trabajo en la pantalla chica como algo menor.

—¿No es raro desenvolverte en un ámbito al que criticas desde las tablas?

No, me siento bien. El teatro es mi trinchera y debo sobrevivir. Sé que "Al fondo hay sitio" es de corte machista, y eso me hace cuestionar muchas cosas. Lo que quisiera decir es que el Bruno Odar que ven haciendo de Luchito es también un ser pensante. Soy una persona que está en constante reflexión, sobre todo por mis hijas, a quienes intento brindarles valores fuertes para que no caigan en los arquetipos del sistema moderno actual.

—Imagino entonces que no ven "Al fondo hay sitio"

No, ya no la ven. Lo hacían, pero por entretenimiento. Si la gente ve "Al fondo hay sitio", es porque se identifica y hay algo que los mueve a hacer catarsis. Y la siguen viendo porque necesitan reír para no llorar. Por último, la televisión no es educativa, "Al fondo hay sitio" es entretenimiento y punto. El teatro sí está hecho para que la gente piense y eso es lo que haremos en "La materia de los sueños".

AL DETALLE
Lugar: Teatro Mario Vargas Llosa.
Dirección: Avenida de la Poesía 160, San Borja.
Temporada: del 5 al 29 de mayo a las 8 p.m.
Entradas: Teleticket (preventa hasta el 4 de mayo).

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