El peruano Franklin Dávalos presenta “Bárbaro”, danza inspirada en “La Valse” de Maurice Ravel (Foto: Marian Romero)
El peruano Franklin Dávalos presenta “Bárbaro”, danza inspirada en “La Valse” de Maurice Ravel (Foto: Marian Romero)
Czar Gutiérrez

El duelo tenso de los amantes ocurre en un ring de 2,5 por 2,5 metros perfectamente delimitado por tubos fluorescentes. Metaforizando todo lo extraño, complejo y fascinante que significa vivir en una metrópoli sobrepoblada –la asfixiante proximidad del vecindario, el detrimento de los espacios íntimos–, Stav Marin y Yoav Grinberg saltan sobre un ruedo de neón cercado por centenares de espectadores que escuchan cómo respiran y miran cómo transpiran.

Creado por la coreógrafa israelí Rachel Erdos durante la llamada operación Margen Protector –el bombardeo israelí sobre la franja de Gaza que asesinó a cientos de palestinos en el 2014–, la obra "Castle" se desarrolla en un apretado cubo de gas líquido que exuda tanto conflicto como armonía pura. A veces, los bailarines estiran infructuosamente los límites arañando las paredes imaginarias para obtener más aire. En otras, sus cuerpos se encuentran y se superponen, hasta que chocan en un estallido final del que salen chispas.

LUCES ENCENDIDAS
A diferencia de la anterior, una pieza de estructura portátil que puede ser representada en cualquier lugar –de hecho, se ha expuesto en museos, galerías, estudios y habitaciones del mundo entero–, lo que trae la española Victoria Pérez Miranda compromete espacios más estructurados: lo suyo es un solo de danza sobre los traumas obsesivo-compulsivos que agobian a los seres más sensibles. “¿Cómo alguien se puede enamorar de nuestros mayores defectos y, al mismo tiempo, que esos defectos sean también los que nos alejen?”, se pregunta la bilbaína.

Entre la dicotomía que importa la inmersión en esas obsesiones y el control sobre el espacio, la música y la coreografía, el arte de Pérez Miranda en "I Leave The Lights On", la pieza que trae a Lima, adscribe a lo que ella llama 'estilo animalesco'. "La mía es una danza visceral, esa que sale de las entrañas. Es para disfrutar, reír y sudar con la gente. Es una puesta en escena repleta de energía y adrenalina", dice. Agrega: "Pero Carmen Werner es mi madre, la quiero con locura".

Protagonista del cortometraje "La noche, marejada de un cuerpo", de multitud de videos-danza y de por lo menos 50 coreografías fundamentales para entender la danza contemporánea, la madrileña Carmen Werner (65) es un ícono que aterriza en Lima para subyugarla otra vez: sobre un escenario de fondo compuesto por un sillón, cuatro sillas y un perchero repleto de ropa tendida, su obra "Tiempo de conversación" explora la soledad a partir de un coito interrumpido. "Bailaré y todo lo que baile estará en diagonal y fragmentado. Ellos y ellas están conmigo como partes de un único cuerpo que no puede hablar, cerrado entre las piernas y la garganta. Solo son extremidades que se azotan en el aire, lanzando gritos al universo", dice, echándose desnuda bajo el perchero.

Acompañando su historia con un desnudo que convoca el placer y el dolor de la carne, la célebre coreógrafa toma una copa de vino entre las manos y separa los labios: "La soledad es triste, dramática y dura... ¡Y cómo dura!". Y mientras sus bailarines Tatiana Chorot, Laura Cuxart, Cristian López y Alejandro Morata evolucionan bajo una luz cenital, el efecto óptico que queda es un cuadro de extraña belleza que se enciende en perfecta coherencia con la máxima provocadora de Werner: "Hacer como que bailo, pero sin que lo parezca".

FLUJO CONTINUO
Y mientras el coreógrafo estadounidense Frey Faust llega con su "Axis Syllabus" –una mezcla de biología, física básica y antropología destinada a preservar la integridad del danzante–, la representación peruana corre por cuenta de Franklin Dávalos, cuya propuesta "Bárbaro" explora el tánatos masculino, y el incombustible grupo Íntegro, que celebra sus treinta años de vida con "Spyrala", un trazado de fragmentaciones, quiebres y variaciones rítmicas que consolidan toda una vida dedicada a bailar.

Ilimitadas formas de transmitir emociones y contar historias: todo esto y algo más llega con el Encuentro Andanzas 2018, que organiza la especialidad de danza de la Universidad Católica del Perú. Cuarta edición de un evento cuyos orígenes se remontan al 2008 y persiste en la exploración de la multitud de significantes que invoca la experimentación escénica a partir de la danza contemporánea, esa dramaturgia heterodoxa rica en anticlímax, transgresiones y requiebres inesperados. Así, nos esperan siete días y toda una poética en movimiento.

MÁS INFORMACIÓN
Sedes: Casa-teatro Yuyachkani (Jr. Tacna 363, Magdalena) y campus PUCP (Av. Universitaria 1801, San Miguel).
Informes: danza@pucp.pe / 626-2000 anexo 3550.

AGENDA - SEMANA DE DANZA EXPERIMENTAL

Funciones:
Lunes 24: "I Leave The Lights On", de Victoria Miranda (España)
Martes 25: "Spirala", de Íntegro (Perú)
Miércoles 26: "Castle", de Rachel Erdos (Israel)
Jueves 27: "Tiempo de conversación", de Carmen Werner (España)
Viernes 28: "Bárbaro", de Franklin Dávalos (Perú)
Sábado 29: "Los aeróbicos salvajes", de La Dinamita Sonora (Colombia)
Casa-teatro Yuyachkani, a las 8:30 p.m. Entradas: Teleticket.

Conversatorios:
Martes 25: Victoria Miranda y Susana Tambutti.
Miércoles 26: Íntegro y Susana Tambutti.
Jueves 27: Rachel Erdos y Susana Tambutti.
Viernes 28: Carmen Werner y Susana Tambutti.
Sábado 29: Franklin Dávalos y Susana Tambutti.
Casa-teatro Yuyachkani, a las 7 p.m.

Talleres:
Lunes 24 al miércoles 26: "Contra espirales desde el centro anatómico", con Frey Faust (Estados Unidos). Contenido: El centro anatómico como parte del Axis Syllabus.
Jueves 27 al sábado 29: "Welcome to our Castle", con Rachel Erdos (Israel). Contenido: Improvisación y retos coreográficos para la creación de un propio sistema de movimiento.
Campus PUCP, de 3 a 6 p.m.
Inscripciones: y

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