Andrea Aguirre y Emanuel Soriano interpretan a personajes de distintas procedencias sociales que se enamoran. Completan el elenco Attilia Boscchetti y Alexandra Graña. (Foto: Nancy Chappell)
Andrea Aguirre y Emanuel Soriano interpretan a personajes de distintas procedencias sociales que se enamoran. Completan el elenco Attilia Boscchetti y Alexandra Graña. (Foto: Nancy Chappell)
Juan Diego Rodríguez

Hay varias teorías sobre el origen de "El plebeyo". Algunos dicen que un amigo de Felipe Pinglo le contó la historia y le inspiró la canción. Otros afirman que un artesano de La Parada le confesó sus penas. También hay quienes están convencidos de que el mismo vate sufrió una inmensa pena de amor. Quizás esta última versión sea la más verosímil: él, nacido en una humilde cuna de Barrios Altos, suspiró por Giannina Zuccarello, hija del dueño de la imprenta en la que trabajó Pinglo.

Así, las diferencias socioeconómicas se interponen al cortejo. Y el plebeyo le reclama al Todopoderoso: "Señor, ¿por qué los seres no son de igual valor?", cuestionamiento que mantiene vigente el vals.

-Estampas limeñas-
Además de referirse a temas universales (como el desamor), Felipe Pinglo fungió de cronista de Lima. Sus canciones permiten imaginar cómo era la ciudad a partir de la segunda década del siglo XX.

Con la letra de "El plebeyo", por ejemplo, se ve una ciudad conservadora que recién se acostumbra a la luz eléctrica; con "Canillita" se perfila a esos niños que convertían su voz en noticia; en "De vuelta al barrio" se describe una calle limeña tradicional; y con "¡Viva el Alianza!" se destaca el bello y característico juego de Alianza Lima, equipo de fútbol del que Pinglo fue hincha.

Todo esto sirve de inspiración para Carlos Tolentino, quien desde el 5 de agosto dirigirá el musical "El plebeyo" en el Teatro Municipal de Lima. Se trata de una ficción sobre Pinglo (encarnado por Emanuel Soriano) y lo que vivió a los 25 años: las protestas obreras por las jornadas laborales de ocho horas, la llegada del cine y la radio, entre otros hitos históricos.

Aunque entre madre (Alexandra Graña) e hija (Andrea Aguirre) hay cierta complicidad para que el amor triunfe, tienen que someterse a los deseos de un padre conservador (Fabrizio Aguilar). (Foto: Nancy Chappell)
Aunque entre madre (Alexandra Graña) e hija (Andrea Aguirre) hay cierta complicidad para que el amor triunfe, tienen que someterse a los deseos de un padre conservador (Fabrizio Aguilar). (Foto: Nancy Chappell)

Mientras tanto, el desamor que se dice Pinglo profesó por Zuccarello (Andrea Aguirre), se mostrará como la chispa creadora de la canción que titula el musical y funcionará como excusa para lo que Tolentino quiere lograr: una ficción que resignifique la imagen del compositor y la cargue de códigos expresivos propios de los nuevos espectadores peruanos. "Contaremos cómo era Felipe antes de ser Pinglo. No vamos a mostrarlo en estado catatónico, al contrario, él se reirá y jugará fútbol. Aprovecharemos la fabulita de amor para mostrar el trasfondo: el movimiento obrero y su reivindicación, los gobiernos de turno y su represión contra la prensa, y más", señala el director. Menos mito y más humanidad.

Tolentino considera que el criollismo es un nicho cuyo potencial ha sido explotado plenamente, pero "puede ofrecer inagotables historias y argumentos". Su experiencia parece darle crédito a su opinión: hace 7 años dirigió "Jarana" en el Teatro Británico, pero desde entonces el apoyo para ese tipo de obras se ha vuelto escaso. "Tengo ya dos años durmiendo un proyecto que presenté a Tondero. Les propuse hacer 'Matalaché', que si bien no es sobre el criollismo, es narrativa peruana", señala. Felizmente hay quienes como él todavía no pierden la esperanza y buscan dar valor a las historias que retratan la realidad peruana.

Mira un adelanto de "El plebeyo":

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