Quizás no haya mejor momento que mediados de enero para ver una comedia como esta, cuando uno ha terminado de digerir el pavo y los panetones, y las siempre intensas reuniones familiares forman parte ya de los recuerdos de la Navidad pasada. Así, liberado de compromisos, el espectador tendrá la distancia necesaria para identificarse con las obsesiones y manías propuestas lúcidamente en “Reglas para vivir”, comedia negra de la británica Sam Holcroft que Josué Méndez lleva a escena en el teatro La Plaza.
La obra nos habla de cómo todos desarrollamos un papel para afrontar los retos de la convivencia familiar. Así, una familia tradicional se reúne para compartir la típica cena de Navidad, mientras cada miembro intenta mantener su propia estrategia sin que caigan las máscaras. Pero la cantidad de secretos familiares hará imposible mantener aquella aparente normalidad.
Para Josué Méndez, lo que propone la obra es llevarlo todo al límite. Y es verdad: terminado el ensayo, mientras converso con el director, puedo ver al equipo de producción barriendo del suelo los pedazos de pavo, el arroz y la ensalada que, junto con la vajilla que momentos antes voló por los aires, son restos de una cena navideña que estalló en escena.
“Todos nos adecuamos para participar en las ceremonias familiares. Como si nos pusiéramos un chip para que todo fluya como marca la tradición. Sin embargo, lo que ocurre en esta familia es que los mecanismos usados para llevar la fiesta en paz son revelados, literalmente”, afirma Méndez. En efecto, un tablero colocado sobre el escenario va presentando al público, como si de un juego de mesa se tratara, los nombres de sus personajes y sus estrategias de conducta. Por cierto, Méndez destaca que si bien la obra se desarrolla durante la cena de Navidad, las fiestas son una excusa para hablar de algo más profundo: lo inadecuados que somos para vivir en familia o en sociedad. “No podemos ser nosotros mismos, tenemos que usar mecanismos, reglas, para mantener esa convivencia”, afirma.
EL JUEGO DE LA VIDA
¿En qué momento las reglas de la convivencia social se perdieron? ¿Alguna vez existieron o fueron solo hipocresías que no han podido resistir las preguntas de las nuevas generaciones? Para el director, la dramaturga británica ha explorado también las diferencias generacionales entre padres e hijos en la Inglaterra de hoy. “Para mí, la generación de los mayores, la de posguerra, viene de vivir una serie de experiencias traumáticas que los llevaron, psicológicamente, a querer bloquearlo todo, a vivir en la más absoluta negación. Pero es también una generación que busca proteger a los suyos, no quiere destruir a su familia. Los jóvenes, por otro lado, no han pasado por esas experiencias, y sus traumas se nutren más bien de carencias”, señala.
Uno de los aspectos más perturbadores de esta inteligente comedia es mostrar lo predecibles que somos los humanos, cómo no advertimos la obviedad de los mecanismos de nuestra conducta. En este aspecto, Sam Holcroft da muestra de su genio científico (ella es bióloga de profesión), planificando su obra según las teorías de la terapia conductivo-conductual, la cual plantea que la conducta humana es aprendida, un aprendizaje que consiste en la formación de determinados esquemas o reglas que nos ayudan a relacionarnos con los demás.
PRIMERA COMEDIA
Para el director de “Días de Santiago” o “Dioses”, conocido por su interés en los dramas psicológicos, esta obra supone su debut en el género de la comedia. Sin embargo, Méndez aclara que se trata de un debut bajo sus propias reglas. “Si bien es mi primera comedia, lo ‘suicida’ es que yo no he querido dirigirla como una comedia, la he querido hacer en serio”, afirma. “Hay cosas muy graciosas, incluso alcanzamos situaciones disparatadas, pero no he querido ponerlos a hacer chistes. Mi intención no es que te rías. Si lo haces está bien, pero prefiero enfocarme en esta cosa subterránea y desoladora que hay en la obra. Aunque para ello tuviéramos que sacrificar algunos ‘gags’. Más allá del humor y la locura, mi intención es dejarte con la idea de que si fuéramos tan sinceros como estos personajes, vivir en familia sería imposible”, añade el director.
MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Teatro La Plaza, Larcomar, Miraflores.
Estreno: 14 de enero.
Temporada: De jueves a martes, 8 p.m. y domingos 7 p.m.
Entrada: S/.65 y S/.30.