“Si nosotros no respetamos nuestro trabajo, nadie lo hará”

Por circunstancias del destino, el día que me tocó entrevistar a Bruno Ascenzo --director del musical “En el barrio”--, el actor y director de cine y teatro fue el centro de la noticia por un contundente ‘tuit’ en defensa de Jely Reátegui (la joven actriz que se atrevió a cuestionar el desempeño de dos populares ‘chicos reality’ en una teleserie local).

“Sobre eso no quisiera hablar, por favor”, me pide. Lo comprendo. Mi idea inicial era preguntarle por la obra que dirige con éxito, y 140 caracteres no tendrían por qué cambiar la historia. No obstante, sí me interesa que al menos Bruno me explique ese notable compañerismo que se generó tras un desafortunado mensaje de Nicola Porcella sobre Jely (“Jajaja ahora con sus cinco minutos ya le darán su protagónico”) que luego él mismo borró de su cuenta de Twitter, al parecer consciente de que había cometido un error.

¿Te ha sorprendido un poco este espíritu que se desató por lo ocurrido con Jely Reátegui o te lo esperabas?

A mí no me gustan los líos mediáticos. Para nuestra carrera como actores resultan realmente intrascendentes. Nosotros trabajamos en base a lo que hacemos en el escenario. Por otro lado, creo que los actores hemos alzado un poco la voz, no porque vayamos en contra de nadie –porque no le tenemos mala onda a ninguna persona—pero sí lo que quisimos es que se respete nuestro trabajo. Porque si nosotros no lo respetamos, entonces nadie lo hará. Es importante que la gente sepa que ser actor no es una carrera fácil. No es aprenderte dos líneas y decirlas en un escenario. Esto comprende mucho más, un trabajo complejo y de mucha dedicación. Hemos ensayado esta obra más de diez horas al día durante varios meses. Se precisa esfuerzo y entrega. No ninguneamos ningún trabajo. Respetamos todos los trabajos y pedimos que respeten el nuestro también.

Ahora sí, hablemos de “En el barrio”, una obra que muestra las dificultades de un grupo de latinos para salir adelante en EE.UU. ¿Antes de traer la obra al Perú, cuántas veces la habías visto en inglés? [En su versión original la obra se llama “In The Heights”]

La obra se expuso durante tres años y en ese lapso la vi dos veces. La primera por recomendación de Juan Carlos Fisher y la segunda porque simplemente me encantó. Nunca me imaginé que terminaría dirigiéndola en nuestro país. La historia me pareció potente.

¿Quién creó la historia y qué temas toca?

Es una historia hecha por un latino, Lin-Manuel Miranda, que ahora es el nuevo genio de Broadway. Hace un año él estrenó la obra “Hamilton”, el mayor fenómeno de Broadway en los últimos años. Miranda creó “En el barrio”, una historia de latinos viviendo en Nueva York, (una historia sobre) su lucha, su forma de sobrevivir, de ganar dinero y de establecer relaciones. Esa historia me pareció muy buena, lo que sumado a la música es simplemente genial.

De todos estos temas, ¿cuál fue el que más te llamó la atención?

La lucha por salir adelante en un contexto distinto, en un país que habla otro idioma al tuyo, que tiene costumbres distintas. Evidentemente los gringos y los latinos tenemos cosas muy diferentes. Sobrevivir en un contexto tan duro me pareció lo más potente de la obra. Además están los géneros musicales: salsa, merengue, hip hop, rap. Era como que muy novedoso. Eso, dentro del contexto en que la vi, y siendo yo un latino más en Nueva York, me hizo sentir reflejado en el escenario. Los musicales tratan de miles de temas pero este nos toca de una manera muy especial.

(En video: un vistazo a la obra "En el barrio", que va en el teatro Pirandello)

Es la primera vez que diriges una obra de teatro. ¿Cuando asumiste el reto tenías en claro quiénes podrían realizar determinado papel?

Tengo una deformación profesional: veo una obra y trato de imaginarme el elenco peruano. Cuando vi “En el barrio”, el primer nombre que se me vino a la cabeza fue Gisela (Ponce de León). Todavía no conocía mucho a Andrés (Salas), pero luego (de conocerlo) me pareció perfecto para el papel de Usnavi. También descubrí a otros de los personajes por cásting y creo que se formó un gran elenco. Hemos ensayado más de diez horas al día durante cuatro meses y creo que la obra está gustando. El mérito se lo llevan ellos.

Has logrado un buen balance entre actores de experiencia como Elena Romero, Gustavo Mayer o Ebelin Ortiz y otros incluso debutantes, como Marco Romero, el cantante de música criolla…

Marco lo hace muy bien. Además se mete al público al bolsillo rápidamente porque tiene una cancha que le han dado los escenarios en estos años. Él estaba bastante asustado al inicio y, tras el respectivo cásting, me pareció que funcionaba bien. Le vi actitudes y cosas buenas para interpretar su personaje.

Cuando hablé con Verónica Álvarez, la actriz que interpreta a Vanessa en la obra, me dijo que tú la habías ayudado mucho a preparar su personaje. Siendo un director muy joven, ¿cómo haces para manejarte con elenco que en ciertas ocasiones es mayor que tú?

Creo que debe haber mucha confianza, sinceridad y transparencia de parte de ambas partes. En este elenco he trabajado con gente de mi edad, menores y mayores. Y creo que el tema radica en la generosidad de los actores al dejarse dirigir  y de confiar en mi visión sobre la historia que contamos juntos. Como actor uno debe concentrarse en la historia de su personaje y como director uno debe tener una visión más amplia de toda la trama. Y creo que ellos han sido lo suficientemente generosos para escuchar mis propuestas, y para probar las cosas que les sugerí, y yo también pude escucharlos,  porque me consta que a veces los actores tienen muchas propuestas buenas para realizar. Ha sido un trabajo de a dos.

(El elenco completo de "En el barrio")

¿Qué director teatral te marcó en estos años?

La verdad es que trabajé con muy buenos directores. Juan Carlos Fisher, Giovanni Ciccia, Sergio Llusera, Mariana De Althaus, Mariana Silva, no sé. También hay otros que me parecen capos y con los que no tuve la suerte de trabajar: Alberto Ísola, Jorge Guerra, Roberto Ángeles. Creo que los actores y directores aprendemos mucho viendo teatro y a mí me gusta hacerlo.

¿Eres de sentarte en una esquina de la sala a ver si está llena?

No me preocupa que la sala esté llena pero sí ando parado viendo que la obra salga bien, que los actores no se equivoquen, que los personajes sigan siendo como los hemos concebido, porque una temporada es una carrera de largo aliento. Son muchas semanas en las que los actores toman un rol protagónico y hacen suya la obra, sin embargo, creo que el director debe estar atrás viendo que esta mantenga la esencia y el origen con la que fue concebida.

Dirigiste la película “A los 40” y quiero pedirte una comparación entre dirigir teatro y cine…

Creo que el teatro te da la posibilidad de pensar y repensar las cosas en varias oportunidades. Ensayamos cuatro meses, es algo más paciente que un rodaje fugaz de cuatro o cinco semanas en los que debes terminar un plan y hacer la película –aunque tiene una adrenalina que me encanta--, creo que el ritmo más pausado del teatro también me gusta mucho.

¿De qué forma puede trasladarse la temática de la obra a una un país como el Perú?

Creo que esta obra nos toca a todos los limeños o  a los que migraron aquí porque finalmente en el lugar en donde estemos la sensación de lucha y sobrevivencia es la misma. Igual trabajamos todo el día para sobrevivir, igual tratamos de sacar adelante nuestras relaciones personales y familiares. Eso me llamó la atención de la obra y creo que se puede traer a nuestra realidad. Además está el discurso de la obra: el hogar es donde te sientes cómodo y feliz, y no necesariamente el lugar donde naciste. Tu hogar es donde te desarrollas y vives el día a día.

Has conducido un programa de entrevistas, dirigiste cine, ahora teatro, pero principalmente se te reconoce como actor.  ¿Crees que el actor tiene una responsabilidad social?

Creo que los actores tenemos la tarea de contarle historias a la gente. Y eso es algo que viene de nuestros antepasados, que lo hacían oralmente. Nos toca este rol de contarle historias a la gente, lograr que se emocionen, que se sientan identificados de alguna manera. Ir al cine o ver una obra de teatro te ayuda a reflexionar sobre tu propia vida. Ver historias encarnadas en otras personas, con las que puedas sentir alguna empatía es importante para fomentar y desarrollar nuestra capacidad de reflexión. Y creo que para eso sirve el arte. Y me gusta hacerlo como director o actor, pero también como parte del público. Me gusta ver obras que me hagan reflexionar, contradecirme y así llegar a conclusiones. Todos estamos aquí para aprender.

¿Aún hay gente que ve al teatro como algo elitista y poco masivo?

Creo que el teatro cada vez está ganando más adeptos. Me parece que la oferta teatral que tenemos hace que esto se convierta en un plan habitual de la gente. No creo que la gente vea esto como elitista. Pienso que el teatro forma cada vez más parte de la gente. Hay obras que son más baratas y otras más caras, por los niveles de producción, pero creo que si a la gente le interesa ir al teatro, siempre hay precios populares y 2x1. Hay opciones para todos.