“Tumba y cajón” y la poderosa voz de la mujer afroperuana

No es arriesgado decir que la música afroperuana carga consigo un sentimiento capaz de despertar el lado más enérgico de uno. Ese mismo espíritu de algarabía que la ha caracterizado durante tantos siglos, ha cruzado las fronteras de nuestro país y ha llamado la atención de diversos estudiosos e interesados que encuentran en su ritmo una oportunidad para acercarse a un valioso legado que todavía esconde datos desconocidos por la mayoría.

Para que cada vez más personas puedan conocer el valor de esta música creada en nuestro país, la productora estadounidense Just Play ha realizado un documental de diez episodios que ha finalizado con el estreno de un videoclip de la canción “Tumba y cajón”, protagonizado por destacadas figuras femeninas de esta vertiente musical, como Charo Goyoneche y Sofía Buitrón.

Valioso proyecto

“Las guerreras de la música peruana” es el título de la iniciativa dirigida por Daniel Thissen y producida por Matt Geraghty y Araceli Poma. Este proyecto, que busca mostrar al mundo a las cantantes afroperuanas que en el pasado fueron eclipsadas por sus homólogos masculinos, ya se encuentra disponible en You Tube. De la mano de este proyecto, como era de esperarse, va un álbum que lleva el mismo título que el documental.

“Ha sido un gran paso visibilizar el valioso aporte y trabajo de extraordinarias artistas, dándoles el verdadero lugar que merecen tener dentro de su cultura. Estos 10 capítulos han presentado las canciones del álbum y son un homenaje a cada guerrera que ha participado. Esta es una gran antesala de lo que será el documental que acabamos de lanzar en las redes sociales”, señala el productor Matt Geraghty.

En el videoclip también participaron en la armónica Howard Levy, ganador de dos premios Grammy; en el bajo, Matt Geraghty; en la guitarra eléctrica, Neal Alger; en la batería, Yayo Serka, percusionista de Angelique Kidjo; en el rhodes y piano, Misha Tsiganov; junto a extraordinarios músicos peruanos como Catalina Robles, Ernesto Hermoza y Henry Campos; bajo la producción musical de Javier Lazo.