Hace dos semanas una reunión de trabajo llevó a la cantautora Julie Freundt a Argentina. Su vuelo de regreso estaba programado para el 19 de marzo, cuatro días después de que el presidente Martín Vizcarra declarará en Estado de Emergencia al Perú ante la pandemia provocada por el COVID-19 y tres desde que se suspendieran los vuelos de entrada y salida al país. La difícil situación y el peligro de convertirse en portadora del virus hizo que la criolla tomara una dura decisión: no acogerse a los vuelos humanitarios que están trayendo de regreso a los peruanos varados en el exterior hasta que la cuarentena, también adoptada por el país del sur, termine.
Hospedada a 60 kilómetros de Buenos Aires, Julie siente que estos días de aislamiento son una invitación a la reflexión. Tras el hilo telefónico que nos permite hacer contacto, su voz se percibe tranquila mientras nos cuenta detalles del percance que la mantiene alejada físicamente de los suyos, de cómo las necesarias medidas tomadas por el gobierno están afectando a los artistas y de la inspiración que ha nacido en ella.
¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te enteraste de que debías quedarte en Argentina?
Siempre sentimos temor por las decisiones que tomamos. Pero el riesgo de viajar es poder contaminarme y contaminar a otros. Y el de no viajar es la incertidumbre, no saber en qué momento podré regresar. Pero también hay que confiar. Si me quedé es porque no quiero colaborar en transmitir el virus, no quiero ser un agente de transmisión sin saberlo.
¿Estuviste en contacto con el consulado peruano?
Sí, permanentemente. Me informaron del vuelo que salía hacia Lima. Como el pasaje que tenemos de regreso ya no vale, había que pagar 300 dólares. Yo vine por Lan y ellos mandaron un correo donde decían que si yo me sentía afectada podía cambiar la fecha del pasaje sin costo alguno, excepto algunos impuestos que el cambio implica.
¿Por qué no te inscribiste en el vuelo que regresaba a peruanos del extranjero?
Porque decidí acogerme a lo que proponía Lan por un tema de cuidado personal y de los demás. Considero que debemos hacer una cuarentena donde quiera que estemos y para mí el avión es un espacio donde puede haber mucho contagio. He hablado mucho con mi familia, le he dado tantas vueltas al tema de quedarme y no regresar a Lima que estoy convencida que ahora que estamos en el pico del virus lo más conveniente es estar en un lugar seguro. Y aquí lo estoy.
¿Has tomado en cuenta que la cuarentena podría ampliarse?
Sí, pero pienso que hay que vivir un día a la vez. Nadie sabe hasta dónde va a girar este tema. Si yo regreso a Lima ahora sería a casa de mi hermano, que es una persona de riesgo, tiene diabetes. Y no quisiera ponerlo en riesgo. Ni a él ni a nadie.
¿Dónde estás alojada ahora?
En casa de buenos amigos. Y ese es otro factor que me hizo pensar en mi suerte. Porque hay o puede haber peruanos que están pagando por algún lugar donde quedarse y por alimentación. No es mi caso. Ellos son los que tienen más urgencia en regresar, eso también hizo que decidiera quedarme. Este virus debe despertar en nosotros la conciencia de solidaridad. No se trata solo de decir me regreso porque quiero ver a mi familia. El trámite de transitar a través de un aeropuerto, entrar en contacto con personas que no sabes si son o no portadoras del coronavirus, subirse a un avión con mucha gente, es complicado y riesgoso.
¿Cómo es tu día a día en cuarentena?
De descanso, de ponernos de acuerdo en cocinar y limpiar, en una convivencia normal y cotidiana de escribir mucho, de tomarme el tiempo de leer, estar en contacto con la gente que uno quiere. Esto nos tiene que dejar un aprendizaje. De valorar más lo que de verdad tenemos, que es la familia, amigos. Esto nos tiene que acercar. Aunque quizás a algunos los separe porque no estamos acostumbrados a una convivencia permanente y solo compartimos algunos momentos. Ahora nos toca estar en un mismo espacio, acompañarnos y delegar funciones.
¿Ser consciente de lo peligroso que es el coronavirus te cambió de alguna forma?
Cambié totalmente mis hábitos. Puedes infectarte sin tocar a nadie. Este virus está en las diferentes superficies. Por eso me cambio hasta de zapatos a cada momento. Tengo unos para salir al jardín y para estar dentro de casa uso otros, por ejemplo. La ropa que uso la lavo constantemente. Aunque aquí hay un día de sol y dos de lluvia, en la medida que puedo pongo la ropa al sol porque eso también ayuda.
El coronavirus nos está obligando a pensar en el otro…
Nos hace tomar conciencia de mirar muy bien cuáles son nuestros límites de necesidad para no invadir lo que al otro realmente le urge.
Estas importantes consideraciones las has plasmado en “No lo hago por mí”, tema que acabas de componer.
Sí, la hice aquí. Me salió como un dictado, de un tirón. Me proyecte un poco a lo que debemos tomar en cuenta: pensar en el otro no solo en uno mismo. Lo escribí el día lunes 16 cuando se cerraron las fronteras para regresar y tomé la decisión de quedarme.
Uno de los tantos eventos que se suspendió por el coronavirus fue tu concierto en el Gran Teatro Nacional (GTN) ¿Cómo lo tomaste?
Soy una más de las afectadas en el rubro de la música. Soy miembro de la Sociedad de Músicos y pido al gobierno que mire a nuestro gremio, que también necesita ayuda. No lo digo por mí sino por los artistas que son adultos mayores, por los que están enfermos y no pueden trabajar. Hay personas que tienen su sustento en los shows de fin de semana. Personalmente, no solo se ha cancelado mi concierto en el GTN -La Misa Criolla de Bodas, compuesta por Chabuca- sino un viaje que tenía a Madrid. También tengo una escuela, Acordes, donde mandé a todos los trabajadores a casa, pero me haré cargo de los sueldos. Esto es como una rueda, nos afecta a todos.
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¿Hay cura para la covid-19?
Aún no existen pruebas de que alguna vacuna o medicamento pueda prevenir o curar la enfermedad. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas; y si el paciente está grave, deberá ser hospitalizado.
La OMS coordina esfuerzos para encontrar la cura contra este nuevo coronavirus que ha acabado con la vida de miles de personas.
¿Debo usar mascarilla para protegerme del coronavirus?
Si no tiene síntomas respiratorios característicos del covid-19 (tos) ni debe cuidar de alguien que esté infectado, no es necesario llevar una mascarilla.
La OMS recomienda evitar su uso, debido a que en esta pandemia, estos implementos puede escasear. Ahora, recuerde que si usa uno, este es desechable; es decir, solo se puede utilizar una vez.
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