Esta tarta salada propia de la cocina francesa es una manera muy sabrosa de disfrutar de la pollo de pollo deshebrada y su elaboración permite agregar una gran variedad de ingredientes como vegetales u hongos. , resulta muy versátil y, por lo tanto, estupenda para cualquier ocasión.
Este plato es recomendable para el almuerzo debido a su gran aporte de energía, pero también se puede disfrutar en la cena junto a una ensalada.
Aquí te dejamos la receta del quiche de pollo para que lo disfrutes en casa.
Ingredientes:
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Masa quebrada o brisa (casera o comercial)
- 1 pechuga de pollo
- 1 cebolla grande
- 200 ml de nata líquida
- 3 huevos
- 150 g. de queso rallado
- Nuez moscada
- Sal y pimienta
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Preparación:
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- Colocar en un molde la masa estirada y pincharla con un tenedor para evitar que se suba. Un truco es colocar encima un puñado de alguna legumbre cruda como garbanzos, alubias o frijoles antes de meterla en el horno. Que permanezca durante unos 10 minutos a 180ºC para que adquiera color pero sin que llegue a cocinarse del todo.
- Para preparar el relleno de la quiche hay que trocear o picar la cebolla y dorarla en un sartén con un poco de aceite de oliva y sal.
- Cortar la pechuga de pollo en tiras, salpimentar y añadir a la sartén cuando la cebolla empiece a dorar. Se pueden añadir otros ingredientes como champiñones, tomate, puerro.
- En un recipiente batir lo huevos, incorporar la nata líquida, el queso rallado, pimienta o nuez moscada. Remover hasta tener una mezcla homogénea. Agregar el pollo deshebrado con cebolla y los otros ingredientes que quieras colocar.
- Vuelca el relleno de la quiche de pollo sobre la masa y meter todo al horno (previamente calentado a 180°C) durante 25 minutos.
- Para comprobar que está cuajada hay que pinchar el relleno con un palillo y asegurar que no salga líquido. Dejar enfriar un poco antes de partir.
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FICHA:
Dificultad: baja
Tiempo: 45 minutos
Porciones: 6
¿Cómo ahorrar dinero al cocinar?
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
