Conocida mundialmente por darle un color amarillo intenso a diversos platillos, la cúrcuma es una especia que se puede emplear de diversas maneras en la cocina, pero es su función como ingrediente la que la convierte en un indispensable para muchos a la hora de realizar diversas recetas.
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Llamada también el azafrán amarillo o palillo, es utilizada en su versión en polvo como condimento para guisos en países como México, Estados Unidos, India y en Sudamérica.
Esta planta medicinal, que pertenece a la familia del jengibre, brinda diversos beneficios como mejorar la digestión, combatir resfriados, desintoxicar el hígado, regular la flora intestinal, estimular el sistema inmune, entre otros.
En la cocina es donde mejor se puede emplear la cúrcuma y aquí te dejamos algunas opciones para no dejar de probarla.
Infusión
Desde ‘El español’ explican que se debe poner a hervir cuatro tazas de agua. Luego añadir una cucharadita de cúrcuma molida y reducir a fuego lento durante 10 minutos. Colar el té en un vaso, agregar miel y/o limón al gusto. También se le puede poner una rodajita de jengibre para sumarle sabor y potencial terapéutico.
Condimento
La cúrcuma es ideal para darle mayor sabor a los platos. La cantidad adecuada es una cucharadita de postre combinada con otras especias como pimienta y comino. Se emplea en pasta, arroz, sopas, legumbres, salsa, ensaladas, pescados, huevos, entre otros. Una de las recetas más conocidas es el pollo al curry.
Para hacer salsas
El palillo también es un gran aliado de las salsa. Lo que debes hacer es añadir una cucharada rasa en tu preparación. Para acostumbrarte a su sabor aromático, es mejor ir usándola progresivamente.
La cúrcuma también es un sustituto ideal del azafrán porque es menos costosa, aunque el sabor varía. Puedes usar una cucharada de esta especia y mayonesa para una deliciosa salsa.
Para que disfrutes del sabor de la cúrcuma, te dejamos la receta del latte leche dorada, muy consumido en México.
Ingredientes:
[inicio-ingredientes]
- ½ cda. de jengibre en polvo
- ½ cda. de limoncillo en polvo (opcional)
- ½ cda. de cúrcuma en polvo
- 1 pizca de azafrán
- ¾ taza de leche d almendra sin azúcar
- 1 cda. de miel de abeja
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Preparación:
[inicio-instrucciones]
- En un mason jar, agrega 3 cucharadas de agua hirviendo, jengibre, limoncillo (opcional), cúrcuma y azafrán. Agita bien.
- En una olla a fuego medio, hierve la leche con la miel.
- Agrega la leche caliente al mason jar, coloca la tapa y agita para crear espuma. Ponlo en una taza y disfruta.
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Otra opción es preparar caldo de cúrcuma y jengibre.
Ingredientes:
[inicio-ingredientes]
2-3 tazas de caldo vegetal
1 cda. pequeña de cúrcuma fresca
1 cda. pequeña de jengibre fresco rallado
1 diente de ajo
1 pizca de pimienta negra
Aceite de oliva virgen
Sal marina
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Preparación:
[inicio-instrucciones]
Desde ‘La Vanguardia’ indican que lo primero es poner en una cacerola con unas gotas de aceite de oliva la cúrcuma, el jengibre y el diente de ajo machacados previamente.
Remover unos 2 minutos y añadir el caldo vegetal. Cocinar a fuego suave durante 10 minutos.
Pasar por el túrmix, rectificar de sal o pimienta y listo.
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¿Cómo ahorrar dinero al cocinar?
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.