El salmón es uno de los pescados que más se recomiendan incluir en la dieta debido a su alto contenido en grasas saludables y proteínas; sin embargo, prepararlo resulta todo una aventura para quienes no tiene mucha experiencia en la cocina o buscan hacerlo de manera rápida. Es aquí donde aparecen los errores más comunes, más aún cuando se hace en sartén. Si no se tiene cuidado, el alimento terminará muy seco, quemado o perdiendo su forma.
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Todo el proceso se inicia eligiendo un buen producto, ya sea fresco o congelado. Hay que observar el color y mientras más intenso, mejor.
1. No descongelarlo correctamente
Los expertos recomiendan sacarlo de la congeladora y dejarlo en la zona de nevera 24 horas antes de su consumo y nunca usar microondas, pues saldrá un pescado parcialmente cocinado. Antes de ponerlo en las brasas o sartén, debes secarlo con papel absorbente y esperar que se ponga a temperatura ambiente.
2. Quitar la piel antes de cocinarlo
La piel es una barrera de protección a la hora de cocinar el pescado que ayuda a retener los jugos y mantener la carne tierna. Desde El Español explican que, si no deseas consumirla por más crujiente y deliciosa que quede, puedes retirarla de manera más fácil con un tenedor luego de haberla cocinado. Lo que sí debes quitar desde el inicio son las espinas.
3. Sazonar en un mal momento
La sal debe ponerse justo cuando se va a cocinar el salmón, pues si se coloca mucho antes hará que pierda humedad y lo resecará. Hay también quienes recomiendan echarla cuando ya está sellado y no antes para que no deje de estar jugoso.
4. Mover el salmón demasiado
Si decides cocinar el salmón a la plancha o sartén antiadherente, lo mejor es dejarlo quieto y no usar aceite. Puedes poner el trozo por el lado de la piel hacia abajo y taparlo para que se cocine perfectamente sin darle ni una vuelta o, si no tienes tapa, solo debes darle una vuelta para que se haga por el otro lado. Nunca lo aplastes con la espátula.
5. Superar el tiempo de cocción
Lo mejor es retirar el salmón del fuego cuando esté casi hecho y dejarlo reposar unos minutos para que el calor lo termine de cocinar. Los expertos dicen que la temperatura ideal es 62°C si se cocina a la plancha.
Si no dispones de termómetro, puedes controlar la cocción observando el tono del trozo: de color rosa translúcido no está suficientemente cocido; de color opaco está bien cocido y es momento de retirarlo del fuego. Otra manera es contando 3 minutos de cocción por lado.
Salmón a la naranja
Ahora que ya sabes los errores de cocina que debes evitar, aquí te dejamos una sencilla receta para disfrutar el sabor del salmón.
Ingredientes:
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- 4 lomos o filetes de salmón
- 2 naranjas
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
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Preparación:
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- Picar el diente de ajo y la cebolla y sofreír en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Agregar una pizca de sal y espera a que ambos ingredientes se pochen.
- Cortar las naranjas por la mitad y extraer todo su jugo natural. Viértelo en la cazuela y, a fuego suave, espera a que hierva. Cuando haya alcanzado el punto máximo de ebullición, baja el fuego y salpimentar al gusto.
- Una vez esté lista, pasar esta salsa de naranja por la batidora para volverla más lisa y conseguir que todos los ingredientes queden perfectamente integrados.
- Coloca una sartén en el fuego y sofríe los filetes de salmón hasta que se hagan bien y se doren un poco por ambos lados.
- Añadir a la cazuela anterior tanto el salmón cocinado sobre la salsa de naranja y esperar a que se cocine durante, aproximadamente, unos cinco minutos más.
- Una vez listo, puedes espolvorear por encima un poco de perejil, decorarlo con unas rodajas de naranja y acompañarlo de vegetales, arroz blanco, papas, entre otras guarniciones.
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FICHA:
Dificultad: fácil
Tiempo: 30M
Porciones: 4
Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar
Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que pensamos. El secreto de todo es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.
Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado algunos consejos bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos trucos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.