La crema de brocolí es un clásico. Es una receta rica, fácil de hacer y muy barata. A partir de esta verdura rica en vitamina C, calcio, fósforo y potasio, puedes agregar ingredientes y sabores hasta dar con tu combinación preferida. Como en este caso, que con el simple toque de una cebolla y un tallo de apio, conviertes una modesta crema en una preparación fresca y elegante.
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Ingredientes
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- 700 gramos de ramitos de brócoli
- 1 cebolla
- 1 tallo de apio
- 3 tazas de caldo de pollo
- 5 cucharadas de mantequilla
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 2 tazas de leche
- Sal y pimienta molida, al gusto
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Preparación
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- Derrite 2 cucharadas de mantequilla en una olla mediana a fuego medio, y sofríe la cebolla y el apio picados hasta que queden suaves.
- Agrega el brócoli y el caldo de pollo, tapa y cocina a fuego bajo durante 10 minutos. Licua los ingredientes y regrésalos a la olla sobre el fuego.
- Derrite 3 cucharadas de mantequilla en una cacerola a fuego medio-alto. Agrega la harina y la leche, y cocina, sin dejar de mover, hasta que esté espesa y burbujeante; vierte dentro de la olla con el licuado de brócoli. Sazona con sal y pimienta. Sirve.
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Ficha
Dificultad: fácil.
Tiempo: 35 minutos.
Porciones: 6.
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.
Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado algunos consejos bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos trucos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.
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