Para esta receta de cuscús con verduras al horno se necesitan pocos ingredientes como trozos de calabacita, berenjena, pimiento, jitomate y cebolla al horno. El cuscús es un alimento que consiste en granos de sémola de trigo duro de tamaño medio de un milímetro de diámetro.
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- 2 calabacitas en rebanadas gruesas
- 1 berenjena troceada
- 1 pimiento morrón rojo cuarteado y sin semillas
- 4 jitomates maduros partidos por mitad
- 2 cebollas moradas troceadas
- 2 zanahorias peladas y troceadas
- 4 dientes de ajo grandes pelados
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 300 gramos de cuscús
- 25 gramos de mantequilla
- 2 cucharadas de perejil o cilantro fresco picado
- Sal y pimienta negra recién molida, al gusto
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Preparación
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- Precalienta el horno a 200 °C. Acomoda todas las verduras en una bandeja para hornear. Rocía con aceite de oliva y sazona con pimienta.
- Hornea las verduras de 45 a 50 minutos, volteándolas de vez en cuando, hasta que estén suaves.
- Mientras, coloca el cuscús en un recipiente hondo apto para el horno. Agrega 500 ml de agua hirviendo y deja reposar durante 5 minutos para que los granos absorban el agua. Tapa muy bien con papel aluminio, sellando las orillas, y mete al horno durante los últimos 15 minutos de cocción de las verduras.
- Revuelve el cuscús con un tenedor, incorpora las verduras y las hierbas, y sazona al gusto. Sirve el cuscús con las verduras encima.
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Tiempo preparación: 20M
Tiempo total: 70m
Porciones: 4
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.
Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado algunos consejos bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos trucos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.