Durante siglos, el té se ha utilizado para mucho más que calmar la sed. En todo el mundo, las personas lo beben para relajarse y calmarse, y es algo que necesitamos ahora más que nunca. Con el consumo de té creciendo en todo el mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 21 de mayo del 2020 como el primer Día Internacional del Té.
Hoy en día existe una infinidad de variedades de té, y tiendas especializadas pero, ¿sabemos realmente preparar una buena taza de té respetando todo su sabor? ¿Cuánto tiempo debe hervir el agua? ¿Podemos usar cualquier tetera? ¿Es adecuado ponerle leche? Estos son los 5 errores que cometes al prepararte una taza de la infusión más popular en el mundo.
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5. Temer probar distintas variedades de tés
No debemos tener miedo a enfrentarnos a tés que nos pueden parecer fuertes, porque el método de preparación es tan importante como la variedad. El té verde, el té negro y los oolongs, tés con una infusión más anaranjada, son los más consumidos a nivel mundial. Lo importante es estar abierto a probar nuevos sabores que pueden sorprendernos y conocer la manera más adecuada de prepararlo.
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4. No precalentar la taza para el té
Antes de infusionar un té, debemos preparar la taza donde lo vamos a tomar o la tetera que lo va a servir. Aunque nos parezca insignificante, es importante precalentarla para evitar que baje la temperatura del agua que hemos preparado, y así conseguir un mejor sabor. Para precalentarla, simplemente calentamos agua, la introducimos, la dejamos hasta que el recipiente esté tibio, y luego la vaciamos.
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4. No calcular el tiempo que el té necesita para infusionar
Una vez tenemos la taza preparada, echamos las hojas de té y vertemos el agua que hemos calentado. Adaptarlo a nuestro gusto será la clave, a medida que conozcamos cómo se comporta el té en infusión. Porque calcular el tiempo de infusión de cada té depende de la cantidad de hojas, de si están rotas o enteras (más rotas, menos tiempo) y de la temperatura del agua (más temperatura, menos tiempo).
3. Creer que el té verde tiene menos cafeína
La cafeína del té tiene efectos sobre el cuerpo humano porque estimula el sistema nervioso central, y eso puede alterarnos de forma intensa hasta varias horas después de su consumo, siendo la causa de que evitemos tomar esta popular infusión con frecuencia. Es un mito que los tés verdes tengan menos cafeína que los negros porque depende tanto de la variedad como de otros factores: sobre todo las hojas.
2. Es un error ponerle leche, azúcar o limón al té
Para los expertos en el té es un sacrilegio empañar el sabor de un buen té añadiéndole leche, azúcar o limón. Un estudio del European Heart Journal concluyó en 2007 que el efecto protector del té negro sobre el sistema cardiovascular queda anulado si se le añade leche porque las caseínas lácticas reducen la concentración de las catequinas, los flavonoides del té que protegen contra las cardiopatías.
Si aún así, te gusta con leche, debes saber que lo mejor es añadir té caliente a leche templada, y no al revés, para que la leche se caliente poco a poco y no cuaje.
Si eres de los que pone limón le añadirás notas cítricas al sabor, y aclararás su color, sobre todo si es negro. También facilitarás que los antioxidantes del té sean absorbidos más fácilmente por el organismo.
1. Conservar el té en un lugar húmedo
Es ideal tomar el té una vez preparado para disfrutar de toda sus propiedades al momento, pero si te sobra, es mejor no volver a hervir la tetera porque lo convertirás en una bebida insípida y sin cuerpo. Por otro lado, se tiene que conservar bien el té, en un lugar de la despensa alejado de la humedad, del sol, de temperaturas elevadas y de otros tipos de alimentos que puedan contaminar su aroma y sabor.
¿Por qué deberías beber té?
El té es una bebida que proviene de la planta Camellia sinensis. Es la bebida más consumida del mundo, después del agua. Se cree que el té se empezó a cultivar en el noreste de la India, el norte de Birmania y el suroeste de China, pero se desconoce el lugar exacto donde creció la planta por primera vez. El té ha estado con nosotros durante mucho tiempo. En China, hay constancia de su consumo desde hace al menos 5000 años.
La producción y elaboración de té constituye una fuente esencial de sustento para millones de familias de países en desarrollo y es el principal medio de subsistencia de millones de familias pobres de varios países menos adelantados.
La industria del té es la principal fuente de renta e ingresos de exportación para algunos de los países más pobres y, al ser un sector con un elevado coeficiente de mano de obra, genera puestos de trabajo, en especial en zonas remotas y desfavorecidas desde el punto de vista económico. Asimismo, el té puede desempeñar un papel significativo en el desarrollo rural, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria en los países en desarrollo, al ser uno de los cultivos comerciales más importantes.
El consumo de té puede aportar beneficios para la salud y el bienestar. Juega, además, un importante papel en la cultura de muchas sociedades.
CÓMO HACER TÉ DE LECHUGA
Ingredientes
- 5 o 6 hojas de cualquier variedad de lechuga
- 2 tazas grandes de agua
- 1 sobre de estevia o miel (opcional)
Preparación
- En una olla echa dos tazas de agua y ponlo a hervir. Cuando el proceso se haya completado agrega las hojas de lechuga y déjalas cocinar por aproximadamente 10 minutos.
- Pasado el tiempo deja reposar el té y bebe una taza antes de ir a dormir.
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