Hay casos en que las apariencias engañan y este es uno de ellos. A la hora de ir a la pastelería o de disfrutar un postre en la merienda, más de uno se confunde al diferenciar los muffins de las magdalenas y cupcakes; y es que a simple vistas son muy similares. Sin embargo, cada uno tiene algo que lo caracteriza y hace totalmente diferente dentro del amplio mundo de la repostería. ¿Sabes cómo se diferencian? Entonces lee esta nota.
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Entre las principales desigualdades destacan su origen, los ingredientes de la masa y el tamaño. Para que no vuelvas a confundirlos, aquí te dejamos algunos puntos a considerar.
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MAGDALENAS
La María de las Magdalenas nace en Francia y fue reconocida como “La Madeleine”. Luego se extendió por España hasta llegar a la cuna de la repostería europea: París.
Inicialmente, este pastelito se hacía en unas placas con forma de pequeñas conchas alargadas, pero luego se empezó a usar el papel rizado o pirotines donde ahora se hacen los muffins y cupcakes.
La receta lleva los mismos ingredientes que el bizcocho mencionado, pero en distintas proporciones: huevos, azúcar, mantequilla, harina de trigo, levadura, y aroma de limón obtenido generalmente de la cáscara. En España es costumbre utilizar también la ralladura de la cáscara de una naranja. En la receta tradicional francesa, se baten las claras de huevo a punto de nieve para dar más ligereza a la masa.
MUFFINS
Nacieron en Inglaterra, al otro lado del Canal de la Mancha. Se hicieron famosos por comerse calientes y a la hora del té.
El muffin guarda similitudes con la magdalena pero es un alimento distinto, debido a que presenta un sabor menos dulce y tiene otro tipo de elaboración, ingredientes y sabores de toda clase. Se consume habitualmente en el desayuno o merienda.
El origen de este alimento se encuentra en Inglaterra, concretamente en Londres, donde existen referencias en recetarios a partir de 1703. Su nombre deriva de la palabra original moofin, cuyo origen puede deberse a una adaptación de la palabra francesa moufflet (pan suave)
CUPCAKES
Como su propio nombre indica, se traduce literalmente como taza-pastel o pastel en taza y son 100% americanos. Estos pasteles se diferencian de los anteriores en prácticamente todo.
Normalmente es confundido con los muffins y con las magdalenas, aunque presentan muchas diferencias. No obstante, en algunos países como Venezuela a todos ellos se les denomina ponquecito o ponqué.
PRINCIPALES DIFERENCIAS
En el caso de las magdalenas, la masa es muy batida y aireada, parecida a la de un bizcocho. Primero se baten los huevos y el azúcar hasta conseguir una mezcla espumosa, con burbujitas, lo que permitirá que sean muy esponjosas. Llevan aceite en lugar de mantequilla y la harina se añade en el último paso. Nunca llevan trozos de frutas.
La masa de las muffins sí lleva mantequilla. Primero se mezclan los ingredientes secos y luego los húmedos. A diferencia del otro pastelito, la masa debe batirse lo menos posible para conseguir una consistencia mucho más seca, además de que se inflan en la parte superior y pueden ser dulces o salados.
En el caso de los cupcakes, es masa batida pero no tanto como las magdalenas. Se comienza batiendo mantequilla y azúcar hasta que blanquee y coja espesor. Sus bizcochos tienen que ser planos, se pintan, se inyectan en almíbar y suelen estar rellenos de chocolate, compotas o frutas. Eso sí, nunca les falta decoración. Se adornan con azúcar glas, fondant o pasta de azúcar de colores.
Otra diferencia está en su forma y sabor. Las magdalenas son más alargadas y dulces. Además, no lleva rellenos, pero a los muffins se le suelen añadir por fuera pequeños trozos de chocolate, fruta, yogur e incluso nata.
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