Redacción Mag

Artesano o industrial, fresco o seco, duro o blando, el es uno de los que más consumimos en el y que, lamentablemente, peor conservamos en la nevera. Ya sea que lo hagamos mal o que desconozcamos su , aquí te daremos algunas pautas de cómo guardar este alimento correctamente en la nevera o refrigeradora. Toma nota de estos errores.

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Nada de plástico

Como el vino, el queso es un producto vivo y necesita respirar. Por este motivo envolverlo en plástico es un craso error, porque impide esa transpiración. ¿Qué debemos hacer, entonces, para mantener en casa los quesos que sobran? Conservarlos con el papel microperforado con el que lo envolvemos en las queserías. Si no se tiene este, entonces lo mejor es el papel de horno. Y luego, a la nevera.

Pero, te habrás percatado que en las tiendas de quesos sí se envuelven en plástico, pues la respuesta es sencilla, esto porque frecuentemente están sirviendo los quesos y se acaban más deprisa que en casa.

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Envasarlo al vacío

Si el plástico no le sienta bien al queso, envasarlo al vacío es aún peor. Si compras un queso así, al llegar a casa cámbialo a un papel adecuado y guárdalo en la refrigerado. Un queso envasado al vacío se acaba pudriendo porque tiene demasiada humedad.

Tampoco papel aluminio

Esta tampoco es la forma correcta, porque también impide la transpiración del queso. Papel de horno y a la nevera o refrigerador.

Directo al táper

El táper, en sí mismo, tampoco es la mejor solución para conservar un queso en casa. Otra cosa es que primero se envuelva en un papel que permita la transpiración y luego, para minimizar los olores, se meta en un táper y a la nevera o congelador.

En la nevera

El queso no se guarda en una quesera de cristal en la encimera de la cocina. Se tiene que conservar en la nevera, con la precaución de sacarlo unos 30 minutos antes de comerlo para que esté a temperatura ambiente.

TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR DINERO

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

¿Unas fresas mustias? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido. (PhotoMIX | Pexels)
¿Unas fresas mustias? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido. (PhotoMIX | Pexels)

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

Busca productos de temporada

El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.

Cortes de carne más baratos

Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.

ALIMENTOS QUE DEBES TOMAR TRAS UN EMPACHO

Jengibre

Tanto el jengibre como la manzanilla destacan por sus efectos digestivos, de manera que es una buena idea tomarlos en infusiones tanto durante como después de habernos pasado con la comida. Es recomendable también tomarlas antes de una comilona y preparar de jengibre con un toque de menta o hierbabuena, que además de depurativas pueden ayudarnos a paliar los efectos de la resaca.

Piña

Es la preferida de las dietas, ya que no solo es poco calórica sino que tiene enzimas digestivas que nos ayudan a desengrasar nuestro organismo. Se puede combinar con zumo de , que también tiene efectos depurativos, y con un toque de jengibre rallado, podría ser de gran ayuda contra los empachos. También se puede apostar por frutas ricas en antioxidantes, como la pera o la manzana.

Comino

Es una de las especias llamadas carminativas, que hacen que disminuya la generación de gases y ayudan a hacer la digestión de los alimentos. Es aconsejable utilizarlo para acompañar las legumbres, pues nos ayudará a reducir gases al tiempo que aprovechamos la fibra y hierro de lentejas o garbanzos. El consumo de fibra es esencial para nuestro aparato digestivo, ya que favorece el tránsito intestinal.

Anís

Es otra de las infusiones digestivas preferidas en los establecimientos que se dedican a comercializarlas. Esta infusión en particular se puede combinar con otras como la hierbaluisa o cola de caballo. Se recomienda tomarla ya al acabar la comilona. No es necesario esperar al día siguiente para tomar infusiones, podemos hacerlo el mismo día, incluso sustituirlas por el café o cualquier bebida diaria.

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