Argentina siempre es candidata | OPINIÓN. (Foto: AFP)
Argentina siempre es candidata | OPINIÓN. (Foto: AFP)
Ricardo Montoya

Onda expansiva. La abultada derrota ante España (6-1) desencadenó en la prensa argentina una espiral de violencia dialéctica que ha ido desde el análisis riguroso y la crítica bienintencionada (los menos) hasta los vituperios e injurias a su técnico y algunos miembros del plantel (los más). Soslayar el pasmo con el que la que la defensa platense permitió que Isco y compañía les dieran un baile exasperante sería obviamente un yerro. Ese día el once de Sampaoli no dio pie en bola, fue superado en todas sus líneas y el resultado terminó reflejando cabalmente lo que ocurrió en el campo. Esa, sin embargo, fue una actuación falaz que no revela el verdadero nivel de los albicelestes. La sigue siendo, a pesar del bochornoso 6-1, candidata a levantar la Copa en Rusia.

Es innegable que los bicampeones del mundo están padeciendo un severo problema en el mediocampo, donde se cocina el fútbol de todo equipo, como bien afirma Jorge Barraza, pero también es cierto que en aquella paliza a manos de los ibéricos, Messi estuvo lesionado y no pudo jugar. Tampoco lo hicieron Agüero ni Di María. Con esas ausencias, España no tuvo que tomar los recaudos defensivos que habitualmente hubiese tenido que disponer para intentar frenar al irreemplazable Lio y a sus acompañantes. Posiblemente, dado el despliegue de unos y otros el día de la paliza, es muy probable que la victoria hubiese correspondido a España, pero con el mejor del mundo como as de espadas las posibilidades de que el panorama se modificara existían. Los genios son brillantes justamente por eso. Son capaces de cambiar hasta el color del paisaje. Sacando al inconmensurable Lio de la ecuación, de todas formas este equipo argentino derrotó convincentemente a Italia unos días antes de la hecatombe en Madrid. Aquella tarde los albicelestes, sin florituras ni un gran funcionamiento pero con oficio y eficacia, superaron sin problemas a la ‘Azzurra’. Esta escuadra va a tener tiempo de acoplarse mejor ahora que Sampaoli, un obseso del trabajo y el rigor táctico, los pueda tener 25 días juntos antes del Mundial. El hombre de Casilda suele hacer que sus equipos tengan un patrón de juego definido. Además, al músculo, el trajín y la experiencia internacional de jugadores como Otamendi, Tagliafico o Mercado y a la eficacia goleadora del ‘Kun’ Agüero, se les va a sumar un Messi en la cúspide de sus habilidades. Con Lionel inmensamente motivado y algunos lugartenientes a la altura del desafío, soñar con la gloria no parece una quimera.

Además, el grupo que le tocó en suerte a Argentina está lejos de ser Vietnam y eso también puede permitirle ir adquiriendo vitalidad en su ruta hacia las instancias finales. Islandia, ya la vimos contra Perú, es un cuadro entusiasta pero carece de grandes virtudes técnicas como para amenazar seriamente a los gauchos. Croacia, en cambio, posee un juego rico en destrezas, pero por lo ofrecido ante Perú y México, sobre todo, necesita ajustar mejor sus diques defensivos si quiere sortear la primera fase. Nigeria, por su parte, que ya venció a Argentina sin Messi, en un amistoso, históricamente en los mundiales no ha podido con ella.

Hay un antecedente que hace ilusionar a los albicelestes en medio de este ambiente beligerante. En el 86 poco antes de la Copa de México cayeron ante la novel escuadra Noruega por 1-0. La prensa, inquisidora como hoy, pedía a gritos la cabeza de Bilardo, entrenador del equipo. Sobre la hora, el ‘Narigón’ ensambló un once en torno a la figura de Maradona y Diego cumplió. El resto es historia conocida. ¿Sampaoli y Messi, sobre todo, podrán hacer lo mismo?

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