Argentina y el martes 13: las cábalas de la ‘albiceleste’ para clasificar a la final en un día de mala suerte

En el fútbol todo cuenta y todo vale. Los argentinos -apasionados como pocos en este deporte- lo saben muy bien. Por eso, este martes 13 se refugiarán en sus numerosas cábalas para contrarrestar lo que para ellos representa un día de mala suerte.

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Cada vez que un martes coincide con el día 13 de un mes cualquiera, el infortunio se apodera de los más supersticiosos. Peor aún cuando se programa un partido de fútbol en una fecha tan desdichada como esa, donde cualquier forma es válida para neutralizar la mala suerte.

En ese sentido, no solo los hinchas emplean ‘rituales’ para tener un poco de fortuna a su favor, sino también los mismos protagonistas de la cancha lo hacen con un objetivo igual o similar. Argentina, seguramente, necesitará hasta de eso para imponerse a Croacia en las semifinales de este martes.

Desde Bilardo hasta la ‘Scalonetta’

Los Mundiales lo son todo para Argentina desde siempre. Y por eso las cábalas trascienden más que nunca en esta importante cita. Imposible no empezar por el Bilardismo, una época en la que todo y nada valía para la ‘albiceleste’ y los rituales nunca faltaban.

En México 86′, el recordado Ricardo Giusti, por ejemplo, dejaba un caramelo en el medio de la cancha en todos los partidos a modo de cábala. Pero esa no era la única. “Nosotros éramos casi una secta en la que Carlos Bilardo era el gurú”, describió así el exfutbolista en una entrevista para La Nación.

“Pero eso no era nada; tomábamos mate siempre a la misma hora, en el ómnibus íbamos en los mismos asientos, escuchábamos la misma música y cuando faltaban pocas cuadras poníamos un tema determinado. Hoy me resulta increíble que hiciéramos todo eso pensando que así íbamos a ganar un partido o un campeonato. El cuerpo técnico estaba tan compenetrado con las cábalas que no había ninguna posibilidad de romperlas u olvidarnos de alguna de las miles que teníamos”, también expresó.

Haya sido el poder de la superstición o no, Argentina ganó ese Mundial de la mano de un Bilardo obsesionado con las cábalas. Y, desde entonces, diferentes rituales ha hecho la selección argentina para seguir saboreando la gloria, aunque durante muchos años no funcionó.

En el libro Cábalas del fútbol, escrito por Ricardo Gotta, se describen varias de estas acciones/creencias singulares. Diego Maradona, por ejemplo, hacía una especie de procesión en los partidos de Sudáfrica 2010, cuando dirigía a Argentina: el ‘Pelusa’ salía a respirar a la cancha un par de horas antes del pitazo inicial.

“Los primeros pasos al son de los aplausos y alentando el sonido de las benditas e insoportables vuvuzelas. La caminata lenta y con varias estaciones, en un momento pasaba por el círculo central y daba varios giros en torno a él. Recién ahí caminaría hacia dos citas impostergables y siempre bien recompensadas: la charla con Fernando Niembro y Sebastián Vignolo para la previa de la transmisión de Telefé y luego con Sergio Goycochea para la TV Pública”, cuenta Gotta en su publicación.

De la misma manera, Jorge Sampaoli y todo su cuerpo técnico hacían ayuno con la esperanza de ganar un partido clave, según se revela en el libro. Para llegar a Rusia 2018, tuvieron que dejar sólido tres días antes del duelo definitivo para la clasificación (contra Ecuador). Y terminó funcionando.

“Se lo veía circunspecto durante las horas anteriores al juego. Creían que estaba consustanciado con la situación. Hasta que se desahogó: ‘Me estoy cagando de hambre’. Y se fue a tomar mate”, narra Gotta.

Ahora, Scaloni está al mando, pero él no ha revelado ninguna de sus cábalas, así como tampoco sus propios jugadores. Porque sí, hasta el mismo Lionel Messi tiene sus cábalas que prefiere mantener en secreto. Eso sí, muchas acciones se han vuelto distintivas en este grupo que hoy ya está en Qatar 2022.

Jugar al póker -u otro juego con sus cartas- en las concentraciones es una de ellas. Asimismo, desde la Copa América, se ha vuelto costumbre que Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y el ‘Papu’ Gómez deambulen por el mediocampo mientras se llevan una golosina en la boca a modo de cábala.

De cualquier forma, esto ya ha dado sus frutos para la ‘Scalonetta’: dos títulos (Copa América y Finalissima) y a un par de pasos de ser campeones mundiales.

El papel de los hinchas

En este mismo sentido, los hinchas también juegan un papel importante a su manera. Cabuleros al máximo, en cada partido de la selección argentina hay rituales que nunca deben incumplirse, a lo Bilardo. Es, pues, temporada de cábalas.

Un hecho muy común en Argentina es que los hinchas observan en los partidos en el mismo sitio de siempre y con las mismas personas de siempre. Otros, por su parte, prefieren interceder mágicamente no lavando su camiseta mientras dure la Copa del Mundo.

De la misma forma, algunos gestos singulares, algunas vestimentas curiosas, algunos rosarios para apoyar al rosarino e incluso la misma imagen del papa argentino Francisco junto a una vela son usados para darle un poco de suerte a la selección desde su posición.

En las redes sociales también han abundado un sinfín de cábalas. Hace algunos días fue tendencia el pedido de un muchacho a su novia para que no se quitara los brackets hasta que termine el Mundial, pues de alguna forma él cree que eso le ha dado un poco de fortuna a la ‘albiceleste’.

Otro hecho curioso que ocurrió fue que para el partido contra Polonia, cientos de usuarios de Twitter e Instagram se unieron para realizar una práctica supersticiosa poco común, que de alguna forma dio resultados positivos en el partido.

Estas personas escribieron en un papel el nombre de algunas figuras polacas, como Robert Lewandowski o el mismo Szczęsny que le paró un penal a Messi, para luego congelarlas en su heladera y provocar que estos jugadores se “enfríen” y no puedan trascender durante el cotejo. Ese partido lo ganó Argentina 2-0.

Y no podemos dejar de mencionar el “anulo mufa”, dos palabras recurrentemente pronunciadas por los hinchas argentinos en las redes sociales para evitar que cualquier acción pueda significar mala suerte para la selección.

Así, las cábalas han colmado a la mayor parte del pueblo argentino y no es para menos. Se trata, pues, del último Mundial de Messi, por lo que las pasiones se exacerban más que nunca. Este martes 13, otra vez, todo valdrá y muchos rituales se harán.