Claudio Gugnali nació el 1 de enero de 1960 en Ensenada, Buenos Aires, pero empezó a vivir en plenitud junto a Alejandro Sabella (+). Primero en Estudiantes de La Plata ganando la Libertadores de 2009 y luego en la selección argentina llegando a la final del Mundial Brasil 2014. Siempre como ayudante de campo. Conoce al Messi del vestuario, ese que pocos ven, y ahora trabaja al mando de la Sub 20 de ascenso en la selección argentina, un increíble proyecto que busca talentos escondidos. Y a horas del Argentina vs. Croacia por las semifinales del Mundial Qatar 2022, Gugnali charla con Deporte Total.
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—Está a cargo de la selección Sub 20 de ascenso de Argentina. ¿De qué se trata?
Javier Mascherano tiene la Sub 20 nacional y yo a la de ascenso. Es decir, sigo a los chicos de la categoría de todo el fútbol de ascenso argentino: Nacional B, Primera B, C y D.
—¿El proyecto es nuevo en Argentina? ¿Qué se busca?
Es inédito. El proyecto es muy lindo. No sabes la cantidad de chicos 2004 y 2005 que estoy encontrando en el ascenso. Por una cuestión lógica no tienen los medios de entrenamientos que sí tienen los chicos de clubes de primera división, pero tienen grandes condiciones. Ya hay tres chicos de la Sub 20 mía que han ido a entrenar con Mascherano. Eso es muy bueno para el futuro de nuestro fútbol.
—¿Podría repetirse en otros países de Sudamérica? Acá, en Perú, no hay, por ejemplo.
Claro. Hace poco estuve tomando un café con Guillermo Barros Schelotto (técnico de la selección paraguaya) y me dijo que lo iba a proponer en Paraguay. La verdad es que tendría que hacerlo todo Sudamérica. La idea nuestra es invitar a algunos países sudamericanos para poder mostrar nuestro trabajo, que se haga algo parecido y empezar a competir entre nosotros.
—Entrando en el Mundial Qatar 2022: ¿Le sorprende que Argentina esté en semifinales?
Argentina llegó a Qatar muy bien preparada. Está en un ciclo muy exitoso, con muchas victorias y tenía una racha increíble. Por eso no me sorprende. Al contrario, está ratificando lo que uno pensaba de la selección, que está muy bien.
ENCUESTA DT: ¿Lionel Messi se graduó como líder en Argentina?
—La derrota ante Arabia, en la primera fecha, dejó muchas dudas…
Fue un golpe muy grande e inesperado. Pero sirvió para restaurar algunas cosas y entender que no hay rivales fáciles, no hay que subestimar a nadie. Igual creo que fue injusto el resultado porque Arabia llegó dos veces al arco.
—Ahora el rival será Croacia que llega de derrotar a la candidata Brasil. ¿Cómo analiza en la previa el partido?
Es una selección que ha ido creciendo mucho en estos últimos años. Ya en Rusia jugó la final. Es un equipo que no regala nada, muy combativa, física y con jugadores con muy buen pie también. Creo que va a ser un partido intenso, de resultado chico. No me extrañaría que termine en un alargue.
—Los focos están sobre Lionel Messi. ¿Es su mejor Mundial?
Es un Messi distinto, mucho más maduro. Pero no deja de ser determinante. En 2014 era nuestra máxima ilusión. Hoy, ocho años después, más allá de la madurez y el desgaste de estar todo este tiempo en la máxima competencia, está muy bien. Me parece que está potenciado, sigue siendo determinante en el resultado con goles y asistencias.
—¿Es el mejor Messi?
Para mí siempre es el mejor Messi, cada año. Me es difícil comparar un Messi con otro. Es como compararlo a él con Maradona. El fútbol va cambiando y los jugadores también se van adaptando. Pero como te dije, es un Messi distinto, el mejor de todos, sigue siendo determinante en su club y ni hablar de la selección.
—Este Messi parece ser más maradoniano por el liderazgo que muestra hacia el exterior…
Es producto de la madurez. Es un jugador de 34 años, casi 35. Cuando estuvo con nosotros en el Mundial 2014 era papá de un nene de 3 o 4 años. Hoy, su hijo (Thiago) tiene más de diez. Es un papá ya de familia, con dos hijos más. Entonces tiene una enorme responsabilidad porque sabe que sus hijos lo están mirando, sueñan con que sea campeón del mundo.
—Pero este “nuevo” Messi también parece no quedarse callado como antes, responde como ante Países Bajos. ¿Le sorprendió su reacción contra el técnico Louis van Gaal y el jugador Weghorst?
Eso fue un poco la reacción del equipo, de su grupo, de sus jugadores. Él es el líder, por eso se hizo cargo. Van Gaal provocó antes del partido, entonces él como capitán y el mejor del mundo, salió al cruce. Ellos tampoco tuvieron buena actitud.
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—¿El argentino convierte la bronca en combustible?
El argentino tiene mucho espíritu. Y cuando está en esos microclimas no se quiebra. Países Bajos empató en la última jugada y todos pensábamos que en el alargue iba a pasar por encima a Argentina que estaba golpeada. Sin embargo, Argentina estuvo a punto de ganarlo con el disparo de Enzo Fernández que dio en el palo. Ese espíritu, esa rebeldía que tiene el jugador argentino, los europeos no lo tienen. Ellos están acostumbrados a otra cultura. Son más esquematizados, más estructurados. En cambio, el jugador sudamericano, especialmente el argentino, se subleva ante la adversidad. Es parte del carácter.
—¿Cuándo cambió el Messi líder de 2014 a este?
Él siempre fue líder. Siempre gozó de una gran admiración y respeto por parte de sus compañeros y rivales. Por ahí en esa época era más silencioso, más sumiso, pero siempre fue líder, el abanderado de la selección argentina. Cuando hablaba con Alejandro Sabella, siempre nos decíamos: ¡Qué suerte que Messi juega para nosotros! Porque tenerlo de tu lado siempre hay más posibilidades de que ganes un partido.
—¿Un Messi criticado lo convierte en otro? ¿Lo hace reaccionar?
Yo creo que sí, pero tiene que ver con el crecimiento. Puede ser que ya no tolere esas cosas. Antes, como era más joven, lo que más le interesaba era jugar al fútbol y hacía caso omiso a todo lo que le decían. Hoy está un poco más grande y tiene menos margen de paciencia. Cuando le dicen algo que a él le molesta, reacciona. Es parte de la vida también.
—¿El fútbol le debe un Mundial a Messi?
Por supuesto, ni hablar. Estoy seguro que, salvo algún necio, una inmensa mayoría en el mundo desea que Messi levante la copa del mundo. No por argentina, sino por él, por todo lo que le ha dado al fútbol, por todo lo que ha recorrido el mundo con sus goles y gambetas. Nosotros estuvimos con la selección en la India y Bangladesh, y es el máximo ídolo futbolístico en esos lugares en los que prácticamente no se practica el fútbol. Pero es un referente mundial. Por eso te digo que en todos lados del mundo celebrarían que Lionel pueda levantar la copa.
—Es probable que sea su último Mundial y, con 35 años, esté en la última etapa de su carrera. ¿Habrá otro Messi en el mundo del fútbol?
No. Las características de Leo son únicas. Mbappé es más parecido a Cristiano, son más verticales, más lineales. En cambio Leo es de otro planeta. Todos son terrenales, salvo Messi que es extraterrestre, futbolísticamente hablando. Es todo en uno.
—¿Si gana la Copa del Mundo debe retirarse, como dicen muchos?
Su pasión es jugar a la pelota, hacer goles, patear al arco. No creo que se retire después del Mundial aunque lo gane. Sí estará orgulloso, estará feliz, se abrazará con sus tres hijos, con su mujer, con sus padres, va a mirar al cielo a su abuela, quien es a la que le dedica sus goles cuando señala con los dedos hacia arriba. Fue su abuela la que lo acompañó mucho en su niñez. Después seguirá haciendo goles, deleitándonos hasta que un día a la mañana se levante y diga: bueno, ya está, no quiero entrenar más, quiero disfrutar de mi familia. Pero me parece aún lejano eso.
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—¿Es un fracaso que Argentina no gane el Mundial en Qatar? La final del 2014 al inicio fue catalogada así
Yo, que formé parte de esa final al lado de Alejandro Sabella, vivo recibiendo respeto, reconocimiento y agradecimiento. Algún necio podrá decir que perdimos. Pero, ¿sabes lo que significa llegar a la final del mundo? ¡Es casi un sueño! Por supuesto que es mejor ganarla que perderla, pero solo dos llegan a la final del mundial, solo dos selecciones de 32. Es muchísimo. Yo creo que este ciclo es muy bueno, ojalá que los muchachos lleguen a la final, pero nada va a desmerecer todo el esfuerzo que han hecho a lo largo de estos años.
—¿Qué es lo que más recuerda de Brasil 2014?
Tengo hermosos recuerdos. Me acuerdo muchos detalles. Los penales contra Holanda, Mascherano diciéndole a Chiquito Romero que se va a convertir en héroe. Los festejos. Sentarme en el banco en la final y pensar que elegí el fútbol como profesión y estaba en una final del mundo representando a mi país. Son cosas inolvidables. Y no tengo nada para reprochar. Si tuviera que volver a estar en ese Mundial, haría todo exactamente igual. Y quizá me puedas decir que perderemos la final, sí; pero lo dimos todo y no tengo nada para reprocharme.
—¿Cuál fue el secreto de esa selección para llegar hasta la final?
El excelente grupo que se armó. La excelente convivencia. La gran capacidad de Alejandro Sabella y el respeto que le tuvieron sus jugadores. Nunca dudaron de la capacidad ni de la autoridad de Alejandro.
—¿Esta selección de Scaloni se parece a la de Brasil 2014?
Es muy parecido. Hay mucho contagio. Cualquiera que entra, cumple. no hay egoísmos, se ayudan dentro de la cancha, se alientan. Esa es la base para el sueño.
—En torneos cortos como un Mundial, vale más cómo llega el grupo que cómo llegan individualmente…
No hay forma de lograr cosas sin un grupo unido. ¿Crees que Portugal podía haber ganado algo con el máximo referente enojado porque no jugaba? ¡Es imposible! Era lógico que Marruecos los iba a eliminar. No hay forma de soñar con algo si no tiene un muy buen grupo armado, que no tiene nada que ver con las individuales que pueda tener. Argentina tiene al mejor del mundo, pero si el mejor del mundo no tiene un buen grupo armado, sería casi imposible llegar a las instancias decisivas.
—¿Cómo era la relación Sabella - Messi?
Eran dos tipos tímidos, de pocas palabras, pero muy leales. Se respetaban y se apreciaban mucho. Hablaban lo necesario. En la convivencia Messi es un caballero. No tiene ningún tipo de apetencia o reclamo. Él llega a los hoteles, le das la llave de la habitación y se va sin poner gestos. Nunca se quejó por nada. Siempre fue uno más. Eso lo hace más grande aún. Él podría tener unos caprichos por lo que es, sin embargo, siempre fue el mismo: perfil bajo, se conformaba con lo que uno le ofrecía. Es feliz así.
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—En el documental “Sean eternos”, los compañeros contaron que Messi estaba tranquilo horas antes de la final de la Copa América 2021 ante Brasil. ¿Él es así? ¿No siente presión?
Sí, la verdad es que sí. Transmite paz. No hay que molestarlo tampoco. Es tímido, está en su habitación. En ese caso con Sergio Agüero. Era ir a verlo lo justo y necesario. Pero no daba sensación de estar nervioso o algo. Aparte uno valoraba que él sabía que todos sus compañeros estaban esperanzados en que haga algo distinto y él se ponía esa mochila de la ilusión de todos.
—Hace poco, su exrepresentante contó que tras perder la final de Brasil 2014, Leo se levantaba por las noches con ese mal recuerdo. ¿Cómo lo viste en el vestuario tras la derrota ante Alemania? ¿Cómo estaban todos?
Ese vestuario fue de mucho llanto, tristeza… muchas lágrimas. Todos estaban abatidos. Pero inmediatamente después hubo una sensación de tranquilidad porque hicimos lo correcto, dimos todo en el campo. A veces entras al vestuario y te quedas con la sensación de que pudiste haber hecho más. Pero ese día no fue así. Porque esa selección hizo todo, solo faltó el gol. Ese disparo de Leo que cada vez que la repiten pasa más cerca. La del Pipita Higuaín o la de Palacio…
—Y el hasta ahora polémico penal no cobrado a Neuer por falta sobre Higuaín…
Con el VAR de este Mundial, hubiera sido penal y expulsión a Neuer. Fíjate la secuencia. Es un abuso de la fuerza porque llega segundos más tarde que el Pipa y lo atropella con la rodilla dentro del área. Hubiera sido penal y roja sin ninguna duda.