Cristian Benavente
Cristian Benavente
Miguel Villegas

El título puede engañar, así que de arranque lo explico: Cristian Benavente no necesita defensa, básicamente, porque lo ha hecho todo bien. Y aunque me gusta su rendimiento europeo, sus años en el Madrid y sus modales cuando ha sido seleccionado, la idea aquí es explicar, más bien, por qué parece que todo ello no le alcanza para la lista final de 23.

Lo primero, hasta el 4 de junio, es argumentar sobre cuánto influye su presencia en Perú. Y en ese sentido, basta mirar el tipo de jugador que ha citado Gareca del medio hacia adelante y la flexibilidad con la que cuenta para un ataque. Todos, de Orejas Flores a André Carrillo, de Paolo Hurtado a Andy Polo, han sido utilizados por el técnico en distintas posiciones a las que podríamos llamar “la habitual”, la que mejor lo acomoda. Así, por ejemplo, Cuevita ha sido el enlace natural desde que fue titular en la Eliminatoria pero luego, ante la vuelta de Farfán, tuvo que ir al costado y no le costó. Cito al atacante del Sao Paulo porque, hechas las sumas y las restas, Benavente ‘juega’ de Cueva y sus funciones –desde la Sub 20 de Ahmed- lo ubican protagonista desde el centro y no tanto por fuera. Su zigzag funciona entre los defensas; lejos del área no.

Ante Islandia en Nueva Jersey, hubo un minuto del primer tiempo en que los wines trocaron de sitio y entonces vimos que Flores hacía la diagonal desde la derecha y Carrillo hacía lo mismo por su sitio. Un recurso. Perú gana así sorpresa y no agota la vía para atacar solo con el pelotazo fino a Paolo –que será referencia cuando vuelva-. Equipo que más variantes tenga en momentos decisivos como un partido de Mundial, corre con ventaja. Equipo predecible, no tanto.

Solo un favor. A menos de tres meses para el anuncio de Gareca y sus 23, la discusión sobre ese último cupo mundialista podría dirigirse solo a lo que puede ofrecer en el campo, su influencia, su posibilidad de recambio, y el momento en que se encuentren él y sus compañeros entonces. Es grosero el chisme barato, la ofensa, el veneno. Es tóxico el meme, la sospecha, los fantasmas. No sé si se dieron cuenta pero ese tiempo ya caducó, el clima es otro y Perú está en el Mundial.
Finalmente, si no va Cristian, una certeza: los Mundiales no se terminan en Rusia. Menos a los 23.

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