“Si Benavente o Da Silva no logran ser llamados para Rusia, son primera opción para Brasil 2019. Para un equipo con promedio de edad de 24 años, queda el alivio de que existe un día después”. (Foto: Reuters)
“Si Benavente o Da Silva no logran ser llamados para Rusia, son primera opción para Brasil 2019. Para un equipo con promedio de edad de 24 años, queda el alivio de que existe un día después”. (Foto: Reuters)
Pedro Canelo

Muchos serán los llamados y pocos los escogidos. Esa frase de Evangelio podrá golpear el corazón de algunos futbolistas, cuando Ricardo Gareca anuncie su lista de 23 jugadores para el Mundial de Rusia 2018. “Lloré como un niño en el camerino del América de Cali”, dijo el ‘Tigre’, al recordar que fue dejado de lado de México 86 después de anotarle el gol de la clasificación a Perú. Nadie más que él entiende lo difícil que será cerrar filas antes del plazo dispuesto por la FIFA. Su selección será más que cuidadosa, casi matemática. El destino peruano será Moscú, pero las elecciones del ‘Flaco’ no se decidirán en una ruleta rusa.


La semana pasada hicimos en esta sección el ejercicio de reunir las estadísticas de 30 jugadores convocables para el corto y mediano plazo. A los 26 que trabajaron en Fort Lauderdale, para los amistosos ante Croacia e Islandia, sumamos a Paolo Guerrero, Pedro Gallese, Wilder Cartagena y José Manzaneda. Quizá pudimos agregar a Adrián Zela o hasta a Carlos Ascues, pero hasta allí podría llegar el margen de elección de Ricardo Gareca a estas alturas del año. Es un universo mediano que se refuerza por los buenos resultados obtenidos en los amistosos en Miami y Nueva York. Los hombres de Gareca hicieron de Estados Unidos su país de las oportunidades.


Será una selección casi matemática, porque los 17 futbolistas que aparecen con las mejores cifras están en todas las listas de 23 que se han ido armando en los medios de comunicación. Hay poquísimas dudas. Quizá la última estaría entre Luis Abram (zaguero con posibilidad de jugar por izquierda) y Nilson Loyola (un lateral químicamente puro). La buena noticia para aquellos que queden fuera es que será poco tiempo con esa sensación de vacío. Un año después de Rusia 2018, será la Copa América Brasil 2019 y tres meses más tarde, el arranque de las Eliminatorias para Qatar 2022. Renovar la sensación de competencia será la mejor medicina ante la melancolía del Mundial perdido.


A jugadores como Cristian Benavente, Beto da Silva o Alejandro Duarte, les diría que quizá aún tengan una chance; sin embargo, la mejor novedad para ellos es que están dentro del radar de Gareca y compañía. Y midiendo todo lo que viene, ser uno de los convocables ya es un mérito.


La fiebre mundialista, a más de cuarenta grados y seguimos en aumento, nos ha distanciado de lo que viene en los próximos tiempos. Si Benavente o Da Silva no logran ser llamados para Rusia, son primera opción para Brasil 2019. Para un equipo con promedio de edad de 24 años, queda el alivio de que existe un día después.


Estar en ese grupo selecto de “los posibles llamados” no es poca cosa. Hay jugadores como Farfán que tuvieron que volver a nacer futbolísticamente para poder estar. A Ricardo Gareca y su comando técnico no vamos a dejar de agradecerles por librarnos de la tentación del fracaso futbolero. A esa deuda fraterna, casi emocional, podemos aumentarle otro reconocimiento: se ha elevado muchísimo el estándar para llegar a una selección peruana. Pasó de ser una valla de carrera en pista atlética a una inmensa de salto alto.

Contenido sugerido

Contenido GEC