En los últimos días, Gareth Bale se llenó de elogios por haber arruinado la victoria de Estados Unidos en el debut de Qatar 2022. La estrella de Gales apareció en el momento que su equipo más lo necesitaba para convertir el sueño americano en una pesadilla con un penal agónico perfectamente ejecutado. Pero su historia cambió repentinamente en el partido contra Irán, donde de las luces pasó a las sombras.
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Ante EE.UU. ya había dejado sensaciones bastantes positivas. Se habló, incluso, de su renacer como figura. Y es que además de marcar el gol del empate -celebración después de 64 años-, Gareth también auxilió en la defensa, entregándose incansablemente por su selección, tanto como se le cuestionaba a nivel de clubes.
Así, crecieron las expectativas de lo que podía hacer Gales en su grupo mundialista con Bale como guía. Pero la ilusión se apagó desde temprano ante quien supuestamente era el rival más accesible de todos: Irán. O eso es lo que se creyó después de su tremenda caída ante Inglaterra en su debut (6-2)
El combinado iraní, olvidándose de esa goleada, le dio un auténtico golpe de realidad al combinado galés, cuando este último ya empezaba a soñar con su clasificación tras el empate rescatado ante los estadounidenses.
Casi todo el tiempo, el cuadro que dirige Carlos Queiroz supo imponerse en el juego, aunque recién en los últimos minutos (90+8′ y 90+11′) supo reflejar esa superioridad en el marcador con dos golazos agónicos para quedarse con los tres puntos.
Bale, por su parte, casi no tuvo injerencia. De hecho, su nombre casi nunca se escuchó en el relato del cotejo. Fue el jugador que menos toques realizó en todo el partido (36) y no pudo remediar la situación adversa de su selección como se le pedía.
Solo un remate al arco resume lo que el exfutbolista del Real Madrid pudo aportar en el encuentro. Prácticamente, estuvo bajo las sombras. Pasó totalmente desapercibido. Estaba llamado a ser protagonista, pero los protagonistas fueron otros. Y no de su selección, sino de Irán.
Ahora, todo se ha complicado tremendamente para Gales. En la última fecha le toca enfrentar a Inglaterra y ya sus chances de clasificar son muy mínimas. Ahora, Irán se ha metido a la pelea, porque si juega como jugó en esta segunda fecha, será un dolor de cabeza muy grande para Estados Unidos, que también podría quedarse fuera.
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