Marco Quilca León

Qatar 2022 tranquilamente puede ser el “Mundial de los milagros”. El de las definiciones de película en fase de grupos. El que contrasta dos situaciones extremas, como el llanto desconsolado del uruguayo Luis Suárez en el Al Janoub Stadium tras saberse eliminado de su última Copa del Mundo y las lágrimas de felicidad del surcoreano Heung Min-Son en medio del campo del Education City Stadium, a solo 25 kilómetros, luego de ganarle 2-1 a Portugal y clasificar a los octavos de final para enfrentarse posiblemente al poderoso Brasil.