El tiempo de trabajo que ha tenido Ricardo Gareca con estos 26 jugadores en Estados Unidos será otro factor que pese en la convocatoria final. (Foto: Alonso Chero/El Comercio)
El tiempo de trabajo que ha tenido Ricardo Gareca con estos 26 jugadores en Estados Unidos será otro factor que pese en la convocatoria final. (Foto: Alonso Chero/El Comercio)
Pedro Canelo

En esa pizarra que tiene en su oficina dentro de la Videna de San Luis hay pocos borrones. Los nombres que estaban hace unos meses, serán los que estarán en junio. Los amistosos disputados en Estados Unidos ante Croacia e Islandia no han hecho más que confirmar que existe una base de jugadores en la que será respetada para armar la lista de 23 futbolistas que viajarán a la . Quedaban pocas vacantes hace una semana, hoy ya casi no hay atención para postulantes en la ventanilla de solicitudes. Se cierra la lista.

A los criterios que tanto hemos evaluado dentro del comando técnico de la selección peruana, podemos sumar uno que ayude a entender por qué jugadores como Cristian Benavente o Beto da Silva quizá se queden sin Mundial. Llamémosle: la idea de juego. Este concepto está por encima del estado físico y de la continuidad futbolística. A Gareca le ha costado más de dos años que este grupo entienda su filosofía: recuperar la identidad del balompié peruano y añadirle los requisitos de la alta competencia en estos tiempos (presión en la marca, orden táctico en los 90 minutos, etc).

Son pocas las dudas que tiene Gareca para dar esa conferencia en junio y anunciar quiénes tomarán el vuelo a Moscú. Solo una lamentable lesión o alguna sanción podrían alterar este plan.

¿De dónde van a salir esos 23 mundialistas? De los 26 que entrenaron en Estados Unidos podrían quedar 21 que se sumarán a Paolo Guerrero (si sale airoso de su sanción FIFA a inicios de mayo) y a Pedro Gallese, quien estuvo lesionado en las últimas semanas.

¿Por qué será difícil que Gareca mire hacia afuera? Por la idea de juego. Un futbolista, que no haya viajado a Estados Unidos, podrá tener dos meses de ensueño en sus clubes, sin embargo, será muy difícil que sea considerado por el Mundial. Podrá tener condiciones, buen estado físico y talento, pero al ‘Tigre’ no le alcanzará el tiempo para adaptarlo a su idea de juego y, así, pueda encajar en el correcto juego colectivo que está mostrando Perú.

—Las prácticas valen—

El análisis muchas veces se ha quedado encerrado solo en lo visto en los 90 minutos ante Croacia e Islandia. Gareca va mucho más allá, con una observación minuciosa de los entrenamientos, con mediciones tecnológicas y un enfoque muy especial en las estadísticas de cada futbolista.

Jugadores como Anderson Santamaría o Paolo Hurtado quizá no sumaron muchos minutos en las Eliminatorias, pero han convivido casi dos años con este plantel en numerosas prácticas. Solo así es posible explicar cómo ambos encajan en el equipo con elevados rendimientos.

La buena noticia, en medio de estos debates que se irán armando en los próximos dos meses, tiene que ver con lo difícil que se ha hecho llegar a ponerse la camiseta de Perú. Clasificar al Mundial elevó todos los estándares de calidad. Para hacer una lista ahora sí es necesario hacer una verdadera selección.

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