Un influyente general burundés anunció el miércoles el derrocamiento del presidente Pierre Nkurunziza, en Burundi, África oriental, tras semanas de protestas contra su proyecto de presentarse a un tercer mandato, pero la presidencia aseguro en Twitter que el intento de golpe de Estado "fracasó".
El ex jefe del servicio de inteligencia burundés, el general Godefroid Nyombare, anunció esta destitución en momentos en que Nkurunziza estaba de viaje en Tanzania con motivo de una cumbre dedicada a la crisis abierta por su intención de presentarse a un tercer mandato.
Presidente Pierre Nkurunziza. (Foto: AFP)
"El presidente Pierre Nkurunziza fue destituido de sus funciones, se disolvió el gobierno", anunció en la radio privada Insaganiro el ex general Nyombare, destituido a su vez en febrero por el jefe de Estado después de que le desaconsejara presentarse a un tercer mandato, considerado inconstitucional por sus adversarios políticos.
El ex general afirmó que estaba dispuesto a formar un "comité para la restauración de la armonía nacional", una entidad temporal cuya "misión, entre otras, es la restauración de la unidad nacional... y la reanudación del proceso electoral en un ambiente pacífico y justo".
"Se pide a todo el mundo que respete la vida y las propiedades de los otros", agregó Nyombare, poco antes de que la AFP constatara que numerosos civiles se dirigían hacia locales de la radiotelevisión nacional.
El anuncio de Nyombare, una figura altamente respetada, llegó horas después de que Nkurunziza abandonara el país para viajar a Dar es Salaam (Tanzania), donde tenía previsto hablar con líderes regionales para encontrar soluciones a la crisis en la que está sumido Burundi.
Las multitudes salieron a las calles de la capital de Burundi el miércoles para celebrar después del golpe de Estado. (Foto: Reuters)
Poco después, la presidencia de Burundi afirmó en Twitter que el intento de golpe de Estado "fracasó".
"La situación está bajo control, no hay golpe en Burundi", indica el mensaje.
Más de 20 personas han muerto en el país desde fines de abril, cuando el gobernante partido CDD-FDD de Nkurunziza lo designó candidato a la reelección para las elecciones previstas el próximo 26 de junio.
Las autoridades burundesas habían pedido en varias oportunidades el fin de las protestas que sacuden el país desde el 26 de abril. Así, el sábado habían exigido "el cese inmediato e incondicional" de las mismas.
Por su parte, el opositor "Colectivo contra el tercer mandato" había calificado de "declaración de guerra al pueblo" la orden de las autoridades de cesar las manifestaciones y levantar las barricadas, según Pacifique Nininahazwe, uno de sus dirigentes, actualmente en la clandestinidad. Este colectivo agrupa a más de un millar de asociaciones de la sociedad civil y a las dos centrales sindicales del país.
Los quince integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU habían reiterado el viernes 8 de mayo su llamado a la calma y a elecciones equitativas en Burundi, pero sin pronunciarse sobre la validez de un eventual tercer mandato del presidente saliente.
Los opositores a un tercer mandato consideran que sería anticonstitucional y contrario al acuerdo de Arusha, que puso fin a la larga y reciente guerra civil (1993-2006) de la que el pequeño país del África de los Grandes Lagos apenas se recupera.
Fuente: AFP