Socio ideal en la cancha de Michel Platini, crack en todo sentido desde su puesto de mediocampista, Alain Giresse jugó 586 partidos en su historial y anotó 163 goles.
Ha dirigido las selecciones de Mali, Senegal y Georgia, así como en Marruecos y Japón. En París dirigió al PSG y Burdeos, pero hoy es difícil que se inserte como técnico en el mercado francés. Le sucede lo mismo que a Didier Six y Manuel Amoros, entre otros jugadores buenos de su época, que no logran tener el éxito que tuvieron como futbolistas.
—El próximo 21 de junio Francia jugará con Perú. Como ex seleccionado francés, ¿cómo imagina ese partido?
Dependerá del resultado de los primeros partidos de ambas selecciones. Francia tiene un potencial más alto que el equipo peruano. Eso en el terreno de las comparaciones –a tenor de la pregunta– no creo que admita discusión alguna.
—Francia es una selección poderosa, de grandes individualidades, de una contundencia ofensiva de temer. ¿Cree usted que hoy es superior a la peruana de Ricardo Gareca?
Sin ninguna duda, citando solo los nombres de Kylian Mbappé, Antoine Griezmann, Paul Pogba y Olivier Giroud y por allí como gran sorpresa de gol Adrien Rabiot. Todos ellos con enormes condiciones físicas y técnicas y actuando en ligas muy fuertes competitivamente. En líneas generales, es una selección bastante joven con un promedio de edad de 26 años.
—Pero algunas debilidades deberá reunir como todo equipo de fútbol…
Esta Francia de Deschamps se siente cómoda cuando enfrenta a selecciones que la atacan, que salen a la ofensiva y se fastidia cuando ve a muchos jugadores rivales atrincherados atrás manejando –casi como el árbitro– el control del tiempo para por ahí salir con un contragolpe que haga daño. Si Perú controla bien su juego, maneja el balón como sabe hacerlo, puede complicar las últimas líneas nuestras. Ese es su punto débil.
—¿La técnica del futbolista sudamericano, su buen manejo y toque de balón al mejor estilo brasileño o peruano sigue representando un dolor de cabeza para los defensas europeos, como los franceses?
El fútbol sudamericano plantea problemas para el fútbol europeo. Siempre lo ha sido. La técnica de sus jugadores hábiles para mantener el balón mentalmente muy pegado a sus pies sigue planteando serios inconvenientes a los europeos. Colombia hace poco en el mismo Parque de los Príncipes le dio vuelta al marcador a la selección de Didier Deschamps, que no supo nunca cómo anular a los futbolistas colombianos.
—Como sucedió en 1981 cuando en un amistoso en ese mismo estadio, Parque de los Príncipes, Perú con gol de Juan Carlos Oblitas le ganó a Francia 1-0 estando usted en el banco de suplentes…
Perú nos superó en una noche de fútbol de gran exhibición. Aún lo recuerdo a Uribe y a un zurdo habilidoso de apellido Cueto. Y nos ganó bien porque jugó con más control y disciplina. Pero han pasado 37 años y siempre hay que hablar de lo que tenemos al frente.
—De esa selección peruana, ¿qué similitudes o diferencias le encuentra a la de hoy?
Para mí me resulta muy difícil comparar las dos selecciones peruanas porque sinceramente, como decimos los franceses, ‘je le regrette beaucop’ [yo lo siento mucho] no darle una respuesta más amplia. De este Perú 2018 no reúno mayores conocimientos.
—Pero al menos algo debe haber leído –o visto por televisión– de algunos nombres como Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Tapia, Carrillo… ¿Me los puede describir en una frase?
Le respondí antes que no poseo el uno por uno de todos los peruanos. Tengo eso sí algunas excepciones y, claro, cómo no voy a saber de Paolo Guerrero que jugó por acá cerca en Alemania. Sé que es su máximo anotador. Un atacante axial muy poderoso en todo sentido.
—¿Y de Jefferson?
Un jugador vertiginoso y cambiante. Diría de un ritmo rápido por los laterales y de peligro cuando llega por el medio o en diagonal. A los otros que me menciona no los conozco.
—Debe haber visto jugar a Claudio Pizarro. ¿Cree que debe figurar en este Mundial próximo a comenzar?
Pizarro es un gran jugador, muy buen atacante. Ahora, a su edad no es fácil estar al más alto nivel. Esta puede ser la razón de que no se lo convoque.
—Hace poco estuvo por Lima el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y llegó a decir que entre las camisetas deportivas más bonitas del mundo que posee figura la de Perú. ¿Piensa usted lo mismo?
Me encantan los colores de la camiseta peruana y esto se arrastra desde el Mundial de Argentina 78. Ese año me vi obligado a comprarla y la tengo entre mi colección.
—Para usted, Alain, ¿qué significa un Mundial?
La Copa del Mundo es la competencia definitiva para un futbolista. No hay nada más bello en la vida. Justo recuerdo que en el Mundial de México 86 Teófilo Cubillas me entrevistó para un canal televisivo. Quedó muy contento y lo cuento como anécdota.
—¿Se queda con un Mundial o la Champions League?
Definitivamente, con un Mundial. No hay otro.
—Se atrevería a dar un ganador del Perú-Francia y un marcador…
Debe imaginarse que deseo la victoria de Francia. Soy francés ante todo, pero en un partido de fútbol todo es posible. Es en la cancha donde se decide.
PERFIL
Nací hace 67 años en Langoiran, muy cerca de Burdeos. Muy pequeño –y no por mi talla porque apenas mido 1,63 m– llegué a las canteras del Girondins y no paré hasta llegar a la selección con la que fuimos cuartos en España 82.