Beijing. El lago Poyang, el mayor de agua dulce de China, ha multiplicado por tres su superficie en los últimos dos meses, debido a las fuertes lluvias que afectan el centro del país, y se aproxima a su nivel de alerta ante posibles inundaciones, informó la agencia oficial Xinhua.
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El nivel del Poyang en China, situado en la provincia suroriental de Jiangxi, alcanza ya los 17,5 metros, uno y medio por debajo del nivel de peligro, aunque los meteorólogos advierten de que a lo largo de esta semana podría alcanzar los 18,5 metros. El lago, conocido por sus grandes oscilaciones de superficie entre los meses húmedos y los secos -también ha estado a punto de desaparecer en otras temporadas-, tiene actualmente un área de 3.260 metros cuadrados, el triple que la que ocupaba antes de que comenzara la estación de lluvias en abril. Las precipitaciones torrenciales en la zona obligaron a realojar a 43.000 personas y han provocado pérdidas económicas de alrededor de 610 millones de yuanes (unos 99,7 millones de dólares), de acuerdo con las autoridades provinciales. En contraste con esta situación, la cuenca del río Amarillo, el segundo más largo del país, situado en la mitad norte del territorio, sufre una grave sequía debido a las escasas lluvias caídas en lo que va de año en la provincia occidental de Qinghai, donde nace esta corriente fluvial. Para hacer frente a ello se han bombardeado las nubes en la provincia con el fin de provocar lluvia artificial, señaló Xinhua de China. De acuerdo con el meteorólogo Dai Sheng, del servicio de predicciones provincial, la escasez de lluvias en Qinghai es consecuencia del fenómeno climático de El Niño. Ese fenómeno implica que cada cierto periodo -entre cuatro a 12 años- se calienta de forma inusual la superficie del océano Pacífico, lo que produce inesperadas lluvias torrenciales y sequías en Asia, América y Oceanía.
Fuente: EFE