Kiev, Agencias
La calma parecía reinar este viernes en el este de Ucrania después de que los rebeldes prorrusos y el Gobierno de Kiev alcanzaran un acuerdo de alto el fuego.
¿Qué implica la tregua que pone fin a cinco meses de guerras en territorio ucraniano? Se lo explicamos en 5 puntos:
1. Cese de las hostilidades.
El acuerdo determina que los rebeldes prorrusos y el ejército ucraniano deberán hacer un alto a las “operaciones ofensivas activas”. Esto implica la retirada de las tropas de sus posiciones ofensivas.
Ambos bandos acordaron el repliegue del armamento pesado, que incluye tanques y piezas de artillería.
2. Monitoreo internacional.
El cese el fuego será monitoreado internacionalmente por la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE).
Dicha organización informó que ya inició el proceso de contratación de nuevos expertos ara elevar hasta 500 el número de observadores en Ucrania.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, enfatizó la importancia de que se fije un mecanismo de “supervisión y control creíble y completo” para garantizar el cumplimiento del acuerdo.
3. Intercambio de prisioneros.
El acuerdo prevé ambas partes se devuelvan prisioneros, que era uno de los puntos del plan inicial del presidente ruso, Vladimir Putin.
Los rebeldes prorusos señalaron recientemente que mantienen en su poder a más de 1.000 soldados ucranianos. Por su parte, el gobierno de Ucrania señaló que cerca de 200 rebeldes leales a Moscú se encuentran detenidos.
4. Corredores de ayuda humanitaria.
El acuerdo señala la apertura de corredores humanitarios para garantizar el suministro de ayuda a los afectados por el conflicto.
El primero de estos corredores podría entrar mañana en territorio ucraniano procedente de Rusia.
5. Reconstrucción.
Asimismo, se pactó iniciar los trabajos de reconstrucción de las zonas más afectadas por los enfrentamientos que duraron cinco meses en territorio ucraniano.
Entre las zonas que requieren más ayuda se encuentran las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.
El conflicto estalló a fines de abril en el este de Ucrania y ya se ha cobrado la vida de cerca de 2.600 personas.