Mohamed Bin Nayef, ministro del Interior saudí nombrado príncipe heredero, encarna la lucha contra Al Qaeda, que le costó ser blanco de un atentado suicida.

Su nombramiento lo convierte en el número dos del reino, por detrás del rey Salman, su tío. Y confirma el ascenso en la línea sucesoria de los príncipes de la segunda generación, es decir los nietos del rey fundador Abdel Aziz.

Mohamed bin Nayef, de 55 años, desbanca como príncipe heredero a Moqren, de 69 años, y acumulará las funciones de ministro del Interior y vice primer ministro.

Bin Nayef sustituyó en el ministerio a su padre el príncipe Nayef, fallecido en 2012 tras haber dirigido la cartera durante 37 años.

Estudió ciencias políticas en una universidad estadounidense, realizó un curso especializado en la lucha contra el terrorismo impartido por la CIA y fue alumno de la escuela de inteligencia de Taef, según un experto en los círculos de poder en Arabia Saudí.

En 1999 fue designado asistente del ministro del Interior y como tal encabezó la lucha contra los yihadistas de Al Qaeda.

Entre 2003 y 2006, la red de Osama bin Laden llevó a cabo una campaña de atentados en Arabia Saudí contra los símbolos del poder, las instalaciones militares y petroleras y los expatriados occidentales.

AL QAEDA NEUTRALIZADA
Los servicios dirigidos por Bin Nayef lograron neutralizar a la red. Los supervivientes se refugiaron en Yemen, donde en 2009 se fusionaron con la rama local para crear Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), todavía muy activa en Yemen, vecino de Arabia Saudí.

Durante ese periodo, el príncipe logró "construir una red sólida de lucha contra Al Qaeda tanto en el interior como a nivel regional, con oficinas en las embajadas de su país", explica un experto en asuntos saudíes que pidió conservar el anonimato.

En 2009, el príncipe fue blanco de un atentado suicida reivindicado por AQPA. Un insurgente que llevaba explosivos ocultos en la ropa interior se hizo estallar cerca de él tras hacerse pasar por un arrepentido. Resultó herido leve.

Es a día de hoy el único miembro de la familia real en haber sido blanco directo de un atentado de Al Qaeda.

Aparte de la represión, el príncipe lanzó un programa de rehabilitación destinado a los miembros arrepentidos de Al Qaeda y a antiguos prisioneros de Guantánamo, para intentar reinsertarlos en la sociedad.

Dos centros, uno en Riad y otro en Yedá (oeste), que llevan su nombre, intentan rehabilitar a estas personas a golpe de sermones religiosos, cursillos de cultura general, actividades deportivas y ayuda psicológica.

Los expertos alaban el programa, aunque un responsable del ministerio del Interior reconoció en 2013 que un 10% de los que pasan por estos centros reinciden.

El ministerio del Interior dirigido por el príncipe también se enfrenta a los yihadistas del grupo Estado Islámico. El martes anunció haber detenido a un centenar de sospechosos y frustrado varios atentados.

Fuente: AFP

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