Alemania. Un imponente árbol de Navidad frente a la Puerta de Brandenburgo. Foto: AFP
Alemania. Un imponente árbol de Navidad frente a la Puerta de Brandenburgo. Foto: AFP
Redacción EC

Cada diciembre, las salas de muchos hogares de visten de gala y destinan un espacio al . Lo mismo sucede con parques y plazas importantes en cada ciudad del mundo, donde imponentes abetos decorados hacen sombra a los caminantes.

Se cree que su origen se remonta a los Celtas de Europa Central, ya que muchas de sus deidades se representaban con árboles de hojas perennes. Es decir, árboles que no dejan de tener follaje en todo el año.

Si bien los historiadores afirman que la celebración de la Navidad coincide con el nacimiento del dios nórdico Frey, representante solar de la fertilidad, el árbol simbolizaba al antiguo 'Yggdrasil' (árbol del universo) vikingo.

Tras la extensión del cristianismo y la expansión del Imperio Romano, se forzó en ciertas regiones europeas al sincretismo de sus costumbres con las católicas. De esta manera se adaptaron rituales denominados como "paganos" a la tradición católica, este es el caso de algunos símbolos de la Navidad.

Uno de los promotores de esta mezcla de culturas fue San Bonifacio, evangelizador de Alemania. Cuenta la historia que este santo reemplazó uno de los árboles para adorar a Odín por un pino para honrar a al Dios cristiano. Este árbol estaba adornado con manzanas y velas que representaban al pecado original y la luz de Jesucristo, respectivamente.

La versión moderna tiene sus orígenes en Alemania, donde la canción "O Tannenbaum" (abeto de Navidad) sigue siendo uno de los villancicos favoritos. Se cree que el primer árbol de Navidad formal apareció en Alemania al rededor del año 1605. Luego se extendió la costumbre al rededor de todo el mundo.

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