Plattsburgh. Una trabajadora de una prisión de alta seguridad en el norte de Nueva York fue acusada el viernes de ayudar a dos asesinos convictos a escapar del penal el pasado fin de semana.
Joyce Mitchell, de 51 años e instructora en la sastrería de la cárcel en la que trabajaban los prófugos, fue procesada por el delito grave de promover contrabando en las instalaciones y por un delito menor de facilitación delictiva. Su abogado, Keith Bruno, se declaró no culpable en su nombre.
Mitchell está acusada de trazar una amistad conspiradora con los reclusos prófugos David Sweat y Richard Matt en la Instalación Correccional de Clinton en Dannemora y de darles contrabando.
La acusada entró en la sala del tribunal atemorizada, con las manos esposadas por delante del cuerpo, vestida con jeans y una camiseta verde. No habló durante el proceso. Se decretó prisión con fianza de 100.000 dólares en efectivo o 200.000 en bonos por el delito grave y está previsto que vuelta a comparecer ante el juez el lunes por la mañana.
El fiscal Andrew Wylie había dicho previamente que el contrabando no incluyó las herramientas eléctricas usadas por los dos hombres para abrir huecos en la pared de su celda y en una tubería de metal para escaparse el fin de semana.
Wylie no ofreció más detalles sobre los cargos el viernes, mientras más de 800 agentes de seguridad seguían buscando a los prófugos, centrándose en un área rural en torno a la prisión en Adirondacks, cerca de la frontera con Canadá. Residentes en la zona reportaron antes haber visto a dos hombres saltando un muro de piedra a las afueras de Dannemora.
"Vamos por ustedes y no pararemos hasta que los atrapemos", dijo el responsable de la policía estatal, Charles Guess, dirigiéndose a los huidos durante una conferencia de prensa tras el arresto de Mitchell.
Guess dijo que las fuerzas de de policía se estaban acercando a los hombres a cada paso de daban tanto sobre el terreno como en la investigación. Aunque los investigadores están siendo frenados por el mal tiempo, lo mismo les ocurre a Sweat y Matt, agregó.
"Tienen que tener frío, estar mojados y hambrientos" si no han huido de la zona o encontrado refugio, apuntó Guess.
Según la información policial, la familia de Mitchell ha dicho que ello no habría ayudado a los convictos a fugarse.
Mitchell es sospechosa además de aceptar conducir un auto que les alejaría del área una vez se escapasen, pero no lo hizo, dejando a los hombres a pie el sábado por la mañana.
Fuente: AP