(Infografía: Pedro Vega / El Comercio)
El catamarán donde viajó Greta Thunberg. (REUTERS/Rafael Marchante).
Redacción EC

Los viajes en avión son responsables del 2% de emisiones globales anuales de gases de efecto invernadero. Esa es la principal razón por la que , la joven sueca de 16 años que se ha convertido en la imagen de la lucha contra el cambio climático, se niega a utilizar cualquier aeronave para viajar.

Aunque eso implique embarcarse en una travesía que implique semanas en mar abierto para cruzar el océano Atlántico. De ida y vuelta.

De esa forma, el 14 de agosto se embarcó en el velero Malizia II y partió del puerto de Plymouth, Inglaterra, con destino a Nueva York, para participar de la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU.

A bordo de la embarcación, concebida para participar en megacarreras alrededor del globo, la acompañaron su padre Svante Thunberg, el director de cine Nathan Grossman, el capitán Boris Herrmann y el hijo menor de la princesa Carolina de Mónaco, Pierre Casiraghi.

De esta forma, tras una travesía de 14 días, la tripulación del Malizia II llegó a Estados Unidos el 28 de agosto. Gran parte del viaje fue compartido por Greta a través de su cuenta en Twitter.

Permaneció tres meses en el continente americano, durante los cuales pudo retar a los líderes mundiales presentes en la reunión climática de la ONU a tomar medidas más serias, se reunió con el expresidente Barack Obama, se presentó ante el Congreso de Estados Unidos, fue recibida por el primer ministro canadiense Justin Trudeau y encabezó una seria de manifestaciones en favor del cuidado del planeta en Estados Unidos y Canadá.

Pero de repente los planes se alteraron completamente. La , programada para realizarse en Santiago de Chile, tuvo que ser trasladada a Madrid debido a la grave crisis social que estalló en el país del sur.

El Malizia II, que inicialmente debía trasladar a Greta por Centro y Sudamérica hacia Chile, no podría llevarla de regreso a Europa porque tenía una carrera pactada.

Ante esto, Greta volvió a utilizar sus redes sociales en busca de una solución.

La respuesta tardó 11 días en conocerse y llegó desde la pareja de youtubers y navegantes australianos, Riley Whitelum y Elayna Carausu. Ambos aventureros llevan navegando y registrando los mares durante los últimos cuatro años, e incluso sumaron desde hace 11 meses a su bebé Lenny a la aventura.

Esta segunda travesía, a bordo del catamarán La Vagabonde, inició en el puerto de Hampton, Virginia (EE.UU.), y tras 21 días acaba de llegar a Lisboa, en Portugal. El grupo, al que se integró el padre de Greta y la capitana inglesa Nikki Henderson, recorrió más de 6 mil kilómetros a una velocidad máxima de 44 kilómetros por hora.

Contenido sugerido

Contenido GEC