Gisella López Lenci

El brasileño Jair Bolsonaro, uno de los presidentes que fue más reacio a aceptar la gravedad del COVID-19, que se contagió pese a que se ufanaba de tomar hidroxicloroquina, que siempre estuvo en contra de las cuarentenas y que tampoco quiere vacunarse, ha sido acusado el miércoles por una comisión del Senado de “crímenes contra la humanidad” por su errática gestión de la pandemia en uno de los países más afectados en el mundo por el coronavirus.