“Lo encontré en el G20, pero pasó delante de mí como si yo no existiera”, dijo hace una semana Jair Bolsonaro sobre su homólogo estadounidense, Joe Biden, al recordar la cumbre de Roma en el 2021. Y es que la buena vibra no caracteriza precisamente la relación entre ambos presidentes. El brasileño siempre se declaró un seguidor de Donald Trump y de hecho fue uno de los últimos en felicitar al demócrata cuando llegó a la Casa Blanca.
Por eso, la primera reunión bilateral entre ambos, en el marco de la Cumbre de las Américas, es de sumo interés para saber cómo Washington encara al gigante sudamericano.
De hecho, Bolsonaro no pretendía reunirse con el demócrata, pero el ultraderechista terminó aceptando luego que la administración Biden enviara a Brasil un funcionario especial y le ofreciera un encuentro privado.
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Estos son algunos puntos de desencuentro entre ambos presidentes:
1. Las elecciones presidenciales
Este octubre, los brasileños deberán ir a las urnas para elegir un nuevo presidente, pero el proceso viene siendo cuestionado durante meses por Bolsonaro, quien irá a la reelección.
El mandatario, que va segundo en las encuestas detrás de Lula da Silva, no ha dejado de criticar el sistema electrónico utilizado desde la década del 90 por el Tribunal Supremo Electoral, pese a que Brasil tiene un historial de transparencia en sus comicios.
De hecho, la propia Corte Suprema -que también está enfrentada con Bolsonaro- le ha abierto una investigación por difundir noticias falsas al respecto.
El ultraderechista estaría utilizando una táctica similar a la que usó Trump, quien criticó sin cesar el voto por correo en las elecciones del 2020 y luego argumentó fraude, una teoría que sigue alimentando hasta hoy.
“Quien habla [sobre fraude en las elecciones] es el pueblo de Estados Unidos. No voy a entrar en detalle sobre la soberanía de otro país. Pero Trump andaba muy bien y muchas cosas nos llegaron haciéndonos dudar. No queremos que eso ocurra en Brasil”, dijo Bolsonaro hace una semana.
La Casa Blanca ya señaló que Biden enfatizará en la reunión la importancia de elecciones libres en Brasil.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, informó este miércoles a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One que el tema electoral está en la pauta: “Quiero anticipar que el presidente discutirá elecciones abiertas, libres, justas, transparentes y democráticas”.
2. El cambio climático
Bolsonaro, cuyo país concentra la mayor parte del territorio amazónico, no es precisamente un defensor de la lucha contra el cambio climático. De hecho, está a favor de la agroindustria y la explotación comercial en la Amazonía, lo que lo ha puesto en contra de líderes indígenas y ambientalistas de todo el mundo.
Biden, por su parte, ha llegado a la Cumbre de las Américas con una agenda ambiental para enfrentar el cambio climático en América Latina y el Caribe.
“Cuando oigo clima, oigo puestos de trabajo. Los puestos de trabajo de alta calidad y bien pagados ayudarán a acelerar nuestra transición a una economía verde del futuro”, dijo el presidente estadounidense en la cita inaugural.
Para ello, Biden están impulsando la iniciativa “Amazonia Connect” para apoyar a Brasil, Perú y Colombia, y que ya se había lanzado en la cumbre climática de Glasgow, en Escocia.
“Amazonia Connect se centrará en reducir la deforestación y contribuirá al plan del presidente para conservar los bosques globales y los sumideros de carbono críticos”, explicó la Casa Blanca.
3. Ucrania y Putin
En el tema de la guerra en Ucrania, la postura del gobierno de Brasil es de neutralidad. Así lo decidió el presidente Bolsonaro, quien se ha negado a condenar la invasión rusa y se ha apartado de la postura de la mayoría de los países occidentales, liderada justamente por Joe Biden.
“No tomaremos partido, seguiremos siendo neutrales, y ayudaremos con lo que sea posible”, dijo Bolsonaro a fines de febrero, pocos días después de iniciada la operación militar rusa.
A mediados de febrero, el propio Bolsonaro visitaba a Vladimir Putin en Moscú con el fin de reforzar las relaciones entre sus países, al suscribir acuerdos en materias de energía, defensa, ciencia y tecnología y educación. Asimismo, también conversaron sobre el aumento del suministro de fertilizantes rusos, la principal importación rusa en Brasil, y que ahora se ha vuelto un producto sustancial ante el desabastecimiento global.
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