El exiliado líder espiritual tibetano el Dalai Lama ha dicho que se da cuenta que puede ser el último en detentar la posición. Pero le dijo a la BBC que sería mejor que la centenaria tradición cesara "en la época de un Dalái Lama popular".
También sugirió que Reino Unido había guardado un bajo perfil con China sobre las recientes protestas en Hong Kong, debido a razones financieras.
"Sus bolsillos están más a menos vacíos, por lo que es muy importante para ellos guardar vínculos cercanos con China por razones monetarias", dijo el Dalai Lama a la BBC refiriéndose a Reino Unido.
Hace poco que al Dalai Lama se le negó una audiencia con el Papa cuando asistía a una conferencia de ganadores del Premio Nóbel de la Paz en Roma.
El Vaticano dijo entonces que se debía a la "delicada situación" con China.
RESPONSABILIDAD MORAL
En declaraciones al programa Newsnight de la BBC, el Dalai Lama dijo que la comunidad internacional tenía que hacer más para promover la democracia en China.
"China tiene muchos deseos de unirse a las corrientes principales de la economía mundial", aseguró.
"Deberían ser bienvenidos, pero al mismo tiempo el mundo libre tiene una responsabilidad moral de llevar a China hacia las corrientes principales de la democracia, por el propio interés de China".
El Dalai Lama escapó a India en 1959 luego que tropas chinas aplastaran un intento de rebelión en Tíbet.
Beijing considera al ganador del Premio Nóbel de la Paz como un promotor de la división, aunque ahora defiende un "camino intermedio" con China, que busca la autonomía pero no la independencia para Tíbet.
El líder espiritual, de 79 años, aceptó que tal vez no tenga un sucesor.
"La institución del Dalai Lama cesará un día. Estas instituciones creadas por el hombre cesarán".
"No hay garantía que después no venga un Dalai Lama estúpido, que se arruine a él o a ella mismos. Eso sería muy triste. Así que, es mucho mejor que una tradición centenaria cese en la época de un Dalai Lama bien popular", aseguró.
El Dalai Lama ha indicado antes que planea entregar sus responsabilidades políticas a un representante electo, diciendo en el 2011 que esa acción respondía a los mejores intereses del pueblo tibetano.