El colectivo chileno Las Tesis puso su canción y coreografía “Un violador en tu camino” en miles de plazas de todo el mundo. (Foto: AFP)
El colectivo chileno Las Tesis puso su canción y coreografía “Un violador en tu camino” en miles de plazas de todo el mundo. (Foto: AFP)
Milagros Asto Sánchez

El enojo de las mujeres contra los feminicidios, la violencia machista y la desigualdad de género se puede sentir en las calles de Latinoamérica con el activismo del colectivo Las Tesis, en Chile, o con el paro nacional “Un día sin nosotras”, convocado para el lunes en México.

A puertas del, la uruguaya María-Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, conversó con El Comercio sobre el estado de esta histórica lucha en la región. Las voces de protesta son, después de todo, la prueba que a 25 años de la Declaración de Beijing, el primer gran compromiso mundial sobre los derechos de las mujeres, la igualdad es aún un sueño antes que una realidad.

— ¿Qué define a esta generación de mujeres?

Lo que define a esta generación es haber dicho: “Ya está, no podemos más. Basta de discriminación, basta de postergarnos, basta de violencia de género, basta de excluirnos de las fuerzas de seguridad, del sector privado, de la política, de todos los ámbitos de la vida”. Estamos en el 2020 y todavía decimos: “Esta es la primera mujer que...”. Llegó un momento en que dijimos: “Basta, hasta ahora hemos sido bastante pacientes”. Creo que el movimiento Me Too tuvo mucho que ver en eso por cómo se viralizó y por cómo muchas mujeres se reconocieron, también lo vimos con el movimiento Ni una Menos en Argentina, Las Tesis es otro ejemplo realmente maravilloso. Para este domingo esperamos manifestaciones en todos lados, manifestaciones pacíficas para decir que somos la mitad de la población del mundo, no podemos seguir siendo relegadas.

— ¿Estamos ante un momento histórico en la lucha por la igualdad de género?

Sí. Es un momento histórico y este año es histórico en particular porque se juntan varios temas. Se cumplen 25 años del plan de acción de Beijing, lo que nos lleva a decir que sí ha habido avances maravillosos. El primero en educación, hoy ya no nos pueden decir que no estamos preparadas, porque las mujeres estamos más preparadas que los hombres y, sin embargo, nos siguen pagando 25% menos, es la injusticia más grande, nos cobran un impuesto por ser madres. Otros grandes avances son la disminución de la mortalidad materna y el acceso a los anticonceptivos. Sin embargo, nos faltan avances muy grandes para lograr que la mujer entre al mercado laboral.

El mensaje feminista de Chile se extendió al mundo. (Foto: Reuters)
El mensaje feminista de Chile se extendió al mundo. (Foto: Reuters)

— ¿Cómo cuáles?

Uno es el cuidado y el otro es la inclusión financiera. El cuidado es fundamental porque la mujer además de trabajar tiene que afrontar el trabajo no remunerado del hogar (que realiza entre 3 y 4 veces más que el hombre). Esto representa casi el 15% del Producto Bruto de la mayoría de nuestros países. “The New York Times” publicó esta semana un artículo que cuantifica el trabajo no remunerado de las mujeres en Estados Unidos y es mayor que Amazon, Apple y Walmart juntos, 10 trillones de dólares. Estamos hablando de que eso no se cuantifica y al no cuantificarse cae en los hombros de la mujer. Eso nos muestra la discriminación y falta de empatía frente a lo que la mujer necesita. Nosotros destacamos la importancia de las tres “R”. Reconocer el trabajo el trabajo no remunerado, redistribuir el trabajo no remunerado y reducir el trabajo no remunerado.

También vemos que después de 25 años de Beijing, nuestra participación política solo llega al 25% en el mundo, lo que quiere decir que el 75% de los parlamentos del mundo aún están ocupados por hombres. En el caso de América Latina estamos un poquito mejor, gracias a que en México ha llegado la paridad, pero tampoco mucho mejor porque se trata del 30%.

— Gran parte del enojo es por los feminicidios contra menores en la región. ¿Qué tan peligroso es ser niña en la Latinoamérica de hoy? ¿Se ha retrocedido en ese aspecto?

Sí. Estoy enterada del caso de la niña de 4 años que ocurrió en el Perú y es terrible. Es muy peligroso ser una niña pobre, una niña con una madre que es jefa de hogar y que no tiene una solidaridad familiar. Hay que tener en cuenta que la madre adolescente muchas veces fue violada, tuvo a su hija y no tiene apoyo para salir a trabajar. Todas esas vulnerabilidades hacen que la mujer sufra mucho más para poder cuidar a sus hijos. Yo empatizo mucho con eso.

También vemos que ha subido el embarazo adolescente, aunque en algunos países y ciudades ha bajado. Por ejemplo, en Bogotá bajó 10 puntos, hay que investigar cuáles son las políticas públicas que están apoyando, pero también las políticas públicas en materia de seguridad. Nosotros creemos mucho en la importancia de políticas públicas sobre la prevención de la violencia, la educación y sobre todo la protección de esas niñas.

Un grupo de mujeres interpreta “Un violador en tu camino” en Santiago. (Foto: AP)
Un grupo de mujeres interpreta “Un violador en tu camino” en Santiago. (Foto: AP)

— ¿Se está abordando mal el problema de la violencia contra la mujer en general? ¿Qué errores estamos cometiendo?

No es que se estén cometiendo errores, creo que todos los gobiernos están tratando de distintos modos de abordar este problema. Es un tema que está en la política, pero no está siendo priorizado en algunos países. Hay servicios, pero son muy escasos; hay presupuesto, pero es muy bajo. El costo estimado de la violencia contra la mujer a la economía del mundo es de cuatro trillones de dólares, es un tema económico muy fuerte, pero es principalmente un tema de derechos humanos. América Latina tiene muy buenas leyes integrales de violencia, el problema es que los presupuestos que son direccionados a la prevención de violencia o que son direccionados a defender a las mujeres violentadas son muy bajos.

Otro tema fundamental es la interconexión dentro del gobierno, la coordinación entre los diferentes ministerios. La coordinación interagencial, interministerial es fundamental y también que los fiscales y los jueces tengan una jurisprudencia que entienda muy bien lo que vive la mujer cuando es víctima de agresión sexual, acoso sexual o feminicidio, que es un delito que ya está reconocido como agravante en toda la región.

— En julio cumplirá un año como directora regional de ONU mujeres. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de la realidad de la mujer en Latinoamérica?

Primero, yo llegaba a una región que estaba muy en calma, poco a poco íbamos avanzando por salir de los problemas que tenemos las mujeres latinoamericanas. Luego llegó la explosión social en nuestra región, que en mi opinión es muy positiva para avanzar a pasos agigantados en la lucha por los derechos de la mujer. Yo creo que nos hemos hecho sentir en Chile, en Ecuador, en Bolivia, en Haití, en todos lados y el hacernos sentir quiere decir también que somos un caudal electoral importante y los políticos ya nos miran. Eso tenemos que aprovecharlo. Es fundamental tener la mirada de los partidos porque ahí es cuando se cambian las políticas públicas.

María-Noel Vaeza cumplirá en julio un año en el cargo. (Foto: ONU Mujeres)
María-Noel Vaeza cumplirá en julio un año en el cargo. (Foto: ONU Mujeres)

— ¿Qué tan lejos estamos de alcanzar la generación de la igualdad por la que aboga la ONU?

Estamos tan lejos o tan cerca en función de la voluntad política. Si hay voluntad política, si los presidentes de esta región deciden apostar a las mujeres para que salgamos de este estancamiento económico en el que estamos, te aseguro que vamos a salir.

— ¿Cuál debe ser el rol del feminismo en este escenario y qué desafíos tiene?

Yo creo en un feminismo moderno que incluya a los hombres. Además, tiene que ser intergeneracional porque, gracias a las feministas históricas, estamos donde estamos. Debe existir un diálogo entre ellas y las jóvenes, que tienen una gran potencia. El movimiento Ni una Menos, Las Tesis, son jóvenes maravillosas que están cansadas de estar frustradas por haber sido postergadas. Esa energía la están canalizando en mostrar que sí se puede protestar pacíficamente y transformar a la sociedad, que es lo que busca el feminismo. Porque de eso se trata, el feminismo quiere transformar a la sociedad para que sea inclusiva y con igualdad de oportunidades. Para mí el feminismo es eso y eso es lo que tenemos que destacar.

Los movimientos feministas en América Latina están siendo muy incluyentes y es importante destacar esa inclusión de las mujeres que están más abandonadas en nuestra región. Eso es lo que admiro del movimiento feminista latinoamericano, que es dinámico, que es inclusivo y que tiene una sororidad muy grande.

— ¿Qué es lo que une a las mujeres del mundo en este momento histórico?

La lucha contra la violencia. Esto es lo que más nos une a todas porque es la injusticia más grande, porque nos pegan –si no nos matan– por ser mujer. Eso nos une a todas las mujeres del mundo y creo que esta fuerza de unión y de sororidad va a lograr que esa violencia contra nosotras se acabe.

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