El llamado Día de los Inocentes comenzó como una conmemoración católica orientada a los “niños inocentes” que murieron en la matanza que ordenó el rey Herodes para deshacerse de Jesús.
El llamado Día de los Inocentes comenzó como una conmemoración católica orientada a los “niños inocentes” que murieron en la matanza que ordenó el rey Herodes para deshacerse de Jesús.
Redacción EC

El llamado comenzó como una conmemoración católica orientada a los “niños inocentes” que murieron en la matanza que ordenó el rey Herodes para deshacerse de Jesús y con el paso del tiempo ha devenido en una fecha, 28 de diciembre, aprovechada para hacer bromas de todo tipo.

La historia es la siguiente:

Cuando trascendió que “el Mesías” había nacido, el rey Herodes I el Grande -obsesionado por el poder y su miedo a perderlo todo- ordenó matar a todos los niños menores de dos años en su afán por acabar con ese niño al que veía como una amenaza.

De esta manera, Herodes rodeó la ciudad de Belén con su ejército pero, según se relata en la Biblia, un ángel advirtió a San José de lo que ocurría y pudieron huir a tiempo a Egipto.

Fue en la Edad Media cuando esta fecha se popularizó. El cristianismo, ya en ese entonces una religión fortalecida en el Viejo Continente, combinó esta tradición con el rito pagano de “La fiesta de los locos”, celebrada principalmente en Francia. La tradición era en honor al “asno” que utilizó Jesús de Nazaret cuando ingresó a Jerusalén el Domingo de Ramos.

La Fiesta de los Locos se celebraba entre el 24 de diciembre y el último día del año. El pueblo sustituía por un día a las máximas autoridades por personas que cometían todo tipo de excentricidades. Eran comunes los disfraces y la música en una especie de carnaval. Llegaron tantos excesos que el rey Felipe II prohibió la celebración y solo quedó para hacer bromas o pedir algo prestado y devolverlo el 2 de febrero.

Así, en cada 28 de diciembre comenzó a celebrarse una fiesta popular con bromas y engaños en la que se tergiversó la palabra inocente, que según la Real Academia Española (RAE) significa “libre de culpa”, con la palabra ingenuo.

Ahora tanto en España como Latinoamérica, principalmente en México, cada 28 de diciembre se acostumbra a hacer bromas a los demás. En los países anglosajones el Día de los Inocentes se celebra el 1 de abril, y se llama el Día de las bromas.

Según detalla “El Universal” de México, el el Día de los Inocentes la Iglesia pide por las personas que son asesinadas: busca formar conciencia sobre las personas asesinadas en robos, secuestros, violaciones, víctimas de accidentes, asesinatos políticos, a causa del narcotráfico, entre otros actos donde muere gente inocente.

En España se acostumbró a decir “Herodes mandó a Pilato, Pilato mandó a su gente y el que presta en este día es un inocente”. En México cambió por “inocente palomita que te dejaste engañar, hoy por ser día de los inocentes no te lo voy a regresar”.

En esta fecha las personas suelen pedir dinero prestado o artículos personales, mujeres bromean con estar embarazadas, otros con que son despedidos de sus trabajos, etc.

Autoridades de la Iglesia piden que sean respetuosos con la conmemoración y responsables de lo que se difunde. “Es válido divertirse, siempre y cuando no se haga daño a nadie”, mencionó el padre José de Jesús.

Fuente: Con información de “El Universal” de México/ GDA

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