Washington. ¿Cuál podría ser el vínculo entre el tiroteo que dejó tres muertos el martes en Estrasburgo, Francia, y la frontera entre México y Estados Unidos? Para el presidente Donald Trump es evidente: la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza.
"Otro terrible ataque terrorista en Francia. Vamos a reforzar nuestras fronteras aún más", escribió el miércoles en Twitter el presidente estadounidense, a pesar de que el sospechoso del ataque en Estrasburgo es un ciudadano francés y no un extranjero.
"¡Chuck y Nancy deben darnos los votos para lograr protección fronteriza adicional!", clamó el mandatario, en alusión a Chuck Schumer, jefe demócrata en el Senado, y Nancy Pelosi, quien podría asumir en enero la presidencia de la Cámara de Representantes.
El mandatario recibió la víspera a los dos líderes demócratas en la Oficina Oval, donde -exasperado- les exigió fondos para construir el muro fronterizo con México, promesa insigne de su carrera a la Casa Blanca. Pero los políticos opositores rechazaron darle los votos necesarios en el Congreso para financiar el proyecto.
"Los demócratas y el presidente (Barack) Obama dieron 150 mil millones de dólares a Irán y no obtuvieron nada, pero ¿no pueden dar 5 mil millones de dólares para la seguridad nacional y un muro?", siguió el presidente en la red social.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, también citó el ataque en Francia para apoyar la construcción de un muro fronterizo.
"Cada vez que sumamos gente aquí que tiene riesgo de radicalizarse, aumentamos el riesgo para los estadounidenses", dijo Pompeo a FoxNews.
"Deberíamos construirlo", afirmó sobre el muro. "Deberíamos hacer todas las cosas que necesitemos para controlar el flujo de personas hacia nuestro país de manera (que sea) solo legal".
Pompeo también dijo que trabaja con México para prevenir la migración en sus orígenes en los violentos Honduras, Guatemala y El Salvador. "Sinceramente, lo más importante que podemos hacer es cerrar el flujo desde esos tres países", dijo.
El autor de la matanza de Estrasburgo, de 29 años y fichado por radicalización islamita, está a la fuga y es buscado activamente por la policía. Nacido en Estrasburgo en 1989, tiene antecedentes penales y fue seguido de "forma bastante seria" tras salir de la cárcel en 2015.
Según testigos, el atacante que causó el martes la muerte de dos personas y dejó otro herido en estado de muerte cerebral, gritó "Alá es el más grande", dijo el fiscal antiterrorista francés Remy Heitz.
Fuente: AFP