La exactriz de cine porno Stormy Daniels se convirtió este martes 7 en la protagonista excluyente del juicio contra Donald Trump -acusado de ocultar el pago de su silencio sobre una supuesta relación extramarital- al subir al estrado de los testigos y contar las circunstancias en que conoció al exmandatario estadounidense hace casi dos décadas.
Ha sido la primera vez en que Daniels, hoy de 45 años, se encuentra cara a cara con el magnate republicano, quien durante años la ha denigrado y ha negado el presunto encuentro sexual entre ambos en el 2006.
Al margen de este interrogatorio y de los que aún vengan en el proceso, crece la expectativa por saber si el juez tomará medidas más restrictivas contra el exjefe de Estado –ya no solamente multas- en los siguientes días o semanas.
El juez del primer caso penal contra un expresidente en la historia de EE.UU. está perdiendo la paciencia. Al inicio de la tercera semana de testimonios en el proceso contra Donald Trump, Juan Merchan le ha advertido que si sigue desacatando sus órdenes -que le prohíben hablar mal de los testigos y del jurado en público- lo mandará a prisión. “Quiero que entienda que lo haré”, amenazó el magistrado. “Parece que las multas no sirven como elemento disuasivo”, agregó.
Merchan impuso a Trump una nueva multa de 1.000 dólares por criticar en una entrevista la rapidez con que se eligió el jurado y lamentar que está llena de demócratas. Ella se suma a otras recientes sanciones por US$9.000 por nueve violaciones previas de la llamada ‘orden mordaza’ al hacer declaraciones públicas en su red, Truth Social, y en el sitio web de su campaña electoral, que según Merchan son “un ataque directo al estado de Derecho”.
A la espera de que comparezca el testigo estrella, Michael Cohen, exabogado y hombre de confianza de Trump, el juicio avanza como se esperaba: tortuoso y lleno de incidentes. El líder republicano está acusado de 34 falsificaciones de documentos comerciales ligadas a pagos para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels. El pago de US$130.000 en sí no es delito, pero sí lo es el hecho de disfrazarlo como gastos legales.
Se calcula que aún habrá dos o tres semanas de más de desfile por la corte de Manhattan de testigos que seguirán arrojando luz sobre los tejes y manejes de la campaña electoral del 2016 que llevó a Trump a la Casa Blanca. De ser encontrado culpable por el jurado, el exjefe de Estado podría ser condenado a prisión, pero incluso ello no será obstáculo para asumir la presidencia si vence en noviembre a su actual rival, el presidente Joe Biden.