Dallas/Washington [Reuters]
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó el miércoles la demanda del gobernador de Texas, Rick Perry, para que visite la frontera con México, donde se vive una crisis con niños inmigrantes, y dijo que sus críticos deberían apoyar su pedido de 3.700 millones de dólares si quieren resolver el problema.
"¿La gente está más interesada en la política o está más interesada en resolver el problema?", preguntó Obama a Perry. "Si ellos están interesados en resolver el problema, entonces eso puede resolverse. Si prefieren la política, entonces esto no se resolverá", agregó.
Obama visitó Texas por primera vez desde que la llegada de niños inmigrantes desde América Central comenzó a abrumar a los recursos existentes en la frontera. El mandatario sostuvo negociaciones con Perry a bordo del helicóptero Marine One, y tuvo una reunión grupal con funcionarios locales.
En una breve conferencia de prensa después de la reunión, Obama rechazó las críticas de Perry, un posible aspirante a la nominación presidencial republicana en el 2016, quien lo llamó a visitar personalmente la región de la frontera.
"Esto no es un cine. Esto es un problema. No estoy interesado en posar para fotografías. Estoy interesado en resolver un problema", dijo.
El presidente, que realiza un viaje de tres días por el país, está pasando mucho tiempo reuniendo dinero para los candidatos demócratas al Congreso, lo que ha motivado críticas de que debería pasar más tiempo visitando la frontera. Obama dijo que recibe mucha información de sus asesores, quienes visitan el área. "No hay nada que esté ocurriendo allí de lo que yo no esté al tanto, o de lo que no haya sido informado", dijo.
Obama enfrenta una creciente presión política de partidarios y opositores para detener el desarrollo de una crisis humanitaria en la frontera entre el estado de Texas y México.
Su solicitud de fondos de emergencia hecha el martes fue la medida más agresiva tomada hasta el momento por su Gobierno para abordar la crisis de menores procedentes de Centroamérica que cruzan la frontera ilegalmente, y al mismo tiempo para acelerar el proceso de sus deportaciones.
Los fondos, sin embargo, deberán ser aprobados por el Senado -controlado por demócratas- y la Cámara de Representantes -dominada por los republicanos.
El congresista republicano Mick Mulvaney criticó el pedido de financiamiento y sugirió que se deberían solicitar fondos de ayuda al exterior para pagar por la propuesta de la Casa Blanca. "Creo que es una payasada. Creo que el presidente ha creado este plan para hacerlo ver como si la única razón por la que no está reforzando la frontera es porque no tiene dinero. Y eso no es preciso", sostuvo Mulvaney.
Obama sostuvo que consideraría la petición del gobernador Perry de desplegar a la Guardia Nacional en la zona.
La crisis de los niños indocumentados ha hecho que el debate sobre la reforma migratoria en Estados Unidos se torne aún más divisivo. Si no se toman medidas, el Gobierno proyecta que más de 150.000 menores de 18 años, sin compañía, podrían estar llegando este año desde Honduras, El Salvador y Guatemala.