Aún en estado de conmoción por el ataque del último sábado en Pensilvania contra su líder, unos 2.500 delegados del Partido Republicano -reunidos desde el lunes 15 en Milwaukee (Wisconsin) para el cónclave preelectoral de la agrupación- verán en vivo y escucharán esta noche a Donald Trump en la alocución de clausura del evento, en la cual aceptará oficialmente la nominación para ser el candidato del partido en las elecciones de noviembre.
Será el primer discurso del magnate neoyorquino desde que sobrevivió hace cinco días al intento de magnicidio, y luego de ello continuará con su campaña por todo el país. Este sábado 20 retomará los mitines con un encuentro en el estado de Michigan.
Luego de tres días de fervor y éxtasis republicano, la convención nacional de dicho partido llega hoy a su fin con el discurso de clausura de Donald Trump, el primero que pronunciará tras el ataque que sufrió el último sábado. En la cita en Milwaukee, hemos visto hasta ahora a un Trump (con un parche en la oreja que se ha hecho viral) reposado y hasta compungido y emocionado, procesando aún el drama en que salvó de morir. Pero así, en silencio, ha reafirmado su poder.
El desfile de sus exrivales en la interna republicana por el estrado ha reforzado el culto a la personalidad de Trump. Nikki Haley, la que más lejos llevó la pelea contra él y que llegó a decir que el país no soportaría “otros cuatro años de caos” trumpista, fue recibida con algunos abucheos pero zanjó la tensa situación con un llamado a la unidad y el mensaje de que “no es necesario estar de acuerdo con Trump el 100% de las veces para votar por él”. El gobernador Ron De Santis y el empresario Vivek Ramaswamy, otros dos precandidatos, también olvidaron las diferencias.
Llamados al cierre de fronteras para frenar la migración irregular y a la reivindicación de las políticas conservadoras han marcado los testimonios de una convención en la que el humor de los asistentes ha oscilado entre la calma (“lo único positivo del atentado es que ambos lados han bajado un poco el tono”, dijo un delegado de Arizona) y la furia (“la gente está enojada y empeñada en prenderle fuego a todo”, bramó un delegado de Tennessee). La duda a despejar esta noche es de qué lado se decantará el líder supremo de la agrupación del elefante.
A poco más de 100 días de las elecciones, Trump saca casi 3 puntos en intención de voto a su contrincante Joe Biden, según la media de encuestas del portal FiveThirtyEight, y la principal novedad es que se impondría con cierta comodidad en la mayoría de estados clave. Algunos historiadores han advertido que aún no se pueden echar las campanas a volar: el último exmandatario que sufrió un atentado cuando buscaba regresar a la Casa Blanca, Theodore Roosevelt, perdió los comicios de 1912.