Las maniobras del régimen de Nicolás Maduro para ignorar la voz de los venezolanos en el exterior se prueban con cifras que son imposibles de minimizar: un millón y medio de venezolanos viven en el Perú, pero menos de 700 podrán votar en la elección presidencial del 28 de julio, en la que el chavista busca una nueva reelección. No es un error logístico o una muestra de desinterés ciudadano, sino el resultado de los requisitos draconianos exigidos por el gobierno a quienes buscaban sufragar fuera del territorio nacional.
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El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela informó en mayo que 69.000 personas están habilitadas para votar en el exterior, pese a que expertos electorales cifran en entre 4,5 y 5,5 millones a los venezolanos que están aptos para hacerlo. Y muchos lo intentaron. Largas filas y hasta protestas se realizaron frente a las embajadas y consulados venezolanos en España, Colombia, el Perú y otros países, pero poquísimos lograron inscribirse dentro del plazo que venció dos meses atrás.
En esta elección, el régimen habilitó una ventana temporal –entre marzo y abril– para registrar cambios de centros de votación e inscribir a los nuevos votantes. En Venezuela, no basta con cumplir los 18 años para estar habilitado para votar, sino que es requisito registrarse como nuevo elector. Para tener una idea del panorama en el extranjero: en nuestro país solo se aprobaron 66 cambios de residencia y seis nuevos inscritos para este proceso electoral.
En total, 660 venezolanos están habilitados para sufragar en el Perú, según cifras del CNE facilitadas a El Comercio por la coordinación en el exterior del partido opositor Vente Venezuela. La Embajada de Venezuela en el Perú no respondió a las solicitudes de información enviadas por este Diario.
El venezolano Luis Parada lleva siete años en el Perú y no podrá votar. Trabaja como comerciante y se dedica al activismo como representante del partido opositor Voluntad Popular porque, afirma, busca ayudar a defender los derechos políticos de sus compatriotas en el exterior. “Lamentablemente la dictadura ha hecho todo lo posible para evitar que los venezolanos dentro y fuera del país se expresen. Por eso son muy pocas las personas que lograron inscribirse para ejercer el derecho al voto en el Perú”.
Esta realidad se repite en otros países vecinos (ver gráfico). Las trabas alcanzan un nivel mayor en naciones como Ecuador y EE.UU., donde los consulados y embajadas de Venezuela están cerradas luego de que Maduro rompiera relaciones con los gobiernos de esos lugares.
“Muchísimos intentamos inscribirnos y no pudimos. Una gran cantidad de personas incluso estuvimos varios días apostados en la sede de la embajada y del consulado de Venezuela y no lo logramos”.
Luis Parada, representante del partido Voluntad Popular en el Perú
“En EE.UU. nadie va a votar”, dice José Carrasquero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar que radica en Miami. “El régimen necesitaba sacar a esos votantes del sistema electoral y simplemente lo hizo. Impidieron totalmente la inscripción, no hay otra explicación para tantas trabas en tantos países”, añade el analista.
La mayoría de las encuestas prevé la victoria, por amplio margen, del exembajador Edmundo González Urrutia, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la mayor coalición antichavista.
Requisitos imposibles
El venezolano Jesús Sánchez, director ejecutivo de una organización civil en el Perú, dice que el proceso de inscripción para nuevos votantes en el país y otras actualizaciones de datos se realizó de forma tardía y con problemas logísticos, pero que la principal traba fue la lista de requisitos casi imposibles de completar.
“Son requisitos que solo el 2% o el 3% de los venezolanos que están en el Perú pueden tener. Aquí hay un millón y medio de venezolanos y casi 900.000 aptos que esperaban ser habilitados para votar”, afirma.
“Los que conforman el régimen sabían que esta ola masiva de votos de venezolanos en el exterior eran votos en su contra. Poner este tipo de trabas era vital para ellos”.
Jesús Sánchez, activista político y social, experto en temas migratorios
Daniel Tarazona, activista social venezolano y representante de la ONG Mag-Thebay en nuestro país, explica que entre las exigencias estaban un pasaporte venezolano vigente –de por sí es costoso–, copias de documentos de identidad y, principalmente, tener una calidad migratoria permanente, un requisito muy difícil de conseguir porque varios países han dado estatus diferentes a los venezolanos que emigraron en masa a causa de la crisis en su nación. En el Perú, la mayoría de venezolanos cuenta con una calidad migratoria especial no reconocida por el CNE.
“En el caso del Perú, hay que tener un ingreso anual de aproximadamente 10 UIT, estar casado, etc. para poder obtener la calidad migratoria permanente. Aun así, muchos acudieron a la embajada para registrarse, pero no pudieron”, afirma.
Luis Nunes, analista político venezolano radicado en el Perú, apunta que es evidente que Maduro puso trabas a este electorado porque en su mayoría iba a votar contra él. “Al régimen no le convenía que eso pasara en el exterior. Entonces la consigna era no permitirles votar”. “Finalmente, frente a un universo de 21 millones de votantes, los que lograron inscribirse en el exterior no tienen un peso contundente porque el gobierno no quiso darle ese peso”, añade.
Carrasquero se pronuncia en la misma línea. “Ellos [las personas que conforman el régimen] saben que las personas que se fueron del país van a votar en contra de ellos. Básicamente se fueron del país por culpa de ellos y si les dan la oportunidad de votar, van a votar en contra de ellos. Por eso lo que hicieron fue utilizar descaradamente un poder de una forma corrupta para evitar que la gente pudiera votar”, apunta.
“Los esfuerzos del régimen no son suficientes porque no van a poder ocultar lo que se está viendo en las calles de Venezuela, ni el respaldo que estamos dando los venezolanos en el exterior”.
Daniel Tarazona, activista social y representante de la ONG Mag-Thebay
Las dificultades también alcanzan a los que podrán sufragar. Diego Collas, venezolano dedicado al área de sistemas informáticos, cuenta que él y su esposa lograron reunir los requisitos para inscribirse, pero que no ha habido mayor apoyo de la embajada. “Todo lo que tiene que ver con información adicional sobre candidatos, un ejemplo de la tarjeta electoral y cómo sufragar ha sido nulo. Hemos tenido que informarnos por nuestra cuenta”, señala.
Sin embargo, al igual que sus otros compatriotas entrevistados en esta nota, dice tener mucho optimismo “por poder generar un cambio desde fuera” de su país. Por eso, afirma, venezolanos que viven en Lima se reunirán en una semana en el parque Alameda 28 de Julio con la consigna de no dejar que el régimen apague su voz.
Labor desde el exterior
Muchos de los venezolanos en el exterior han asumido el rol de activistas y voceros del movimiento que aboga por un cambio en el país llanero. Durante estas últimas semanas han utilizado todas las plataformas a su alcance para explicarles a sus propios familiares y amigos cómo se usa la tarjeta de votación, cuáles son los candidatos y cómo se articulan sus propuestas.
“Ese es el resumen de nuestro trabajo desde el exterior porque aún hay mucho que hacer. A nivel consular pusieron mil trabas, a nivel de estructura burocrática pusieron mil trabas. Es más, estamos a una semana del evento electoral y todavía no hay las pautas por parte de la Embajada de Venezuela de cómo va a ser el proceso electoral acá en el Perú”, dice Tarazona.
Pese a los obstáculos, tanto él como Sánchez y Parada dicen tener esperanza en que Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, los abanderados de la oposición mayoritaria, logren la victoria. “Nuestra petición para la comunidad internacional, para nuestros hermanos peruanos, colombianos y todas las personas que puedan leer esta nota, es que no nos dejen solos. Es crucial que el mundo no quite sus ojos sobre Venezuela el 28 de julio para que no le quiten el triunfo a la democracia en nuestro país”, concluye Tarazona.
DELSA SOLÓRZANO
Presidenta de Encuentro Ciudadano, partido político aliado de la PUD
- ¿Cuánto afectan a la oposición las trabas impuestas a los votantes en el exterior?
Todas las trabas que les han puesto a nuestros queridos venezolanos en el exterior no son más que el intento de Maduro de quedarse en el poder echando mano de lo que sea. A los que estamos en Venezuela nos pone trabas para votar, para hacer campaña, para acreditar a nuestros miembros de mesa. Los obstáculos son muchos, pero cada una de esas trabas nos fortalece, y los que sí vamos a poder ejercer nuestro derecho al voto somos conscientes de que una de las razones para hacerlo es que sabemos que alcanzando la libertad de nuestro país vamos a lograr reunificar a nuestras familias en Venezuela.
- ¿El voto total del exterior hubiera sido decisivo en la elección?
Sin ninguna duda. Pero ya la nación decidió. Nuestra Venezuela hoy es una nación regada por el mundo. Yo tengo familia viviendo en el Perú, en EE.UU., en España. Mi propia familia está regada por el mundo. Tenemos muchas ganas de volvernos a abrazar. Y ellos nos ayudan desde donde están.
- ¿De qué forma se da ese apoyo?
Los venezolanos que están afuera y no pueden votar están ayudando a difundir información. Es más fácil obtener información afuera que acá. Acá tenemos un cerco comunicacional enorme, no tenemos acceso a los programas de televisión, ni de radio nacional. Nuestra familia que está afuera, donde hay democracia, difunde la información que sale de nosotros y la envía para acá. Además, le informan a su gente cómo votar y los ayudan a chequearse en las páginas del Consejo Nacional Electoral. Esto es un trabajo de sinergia, con el anhelo de los venezolanos de volver a casa.