La multinacional estadounidense de los centros comerciales Walmart ha retirado en los últimos días de varias de sus tiendas en la ciudad china de Jinan varias partidas de carne de burro, al descubrirse que se vendían fraudulentamente mezcladas con zorro y carne de otros animales no declarados.
Según recoge hoy el diario oficial “China Daily”, tras una serie de pruebas de ADN se comprobó que la carne de burro afectada, de consumo común en esa parte del gigante asiático (la provincia oriental de Shandong, de la que es capital Jinan), estaba mezclada con la de otros animales, incluida carne de zorro.
El responsable al frente de la empresa que había producido la carne, una firma local, la Compañía Alimentaria Shandong Dezhou Fujude, ha sido detenido tras el escándalo alimentario, y su fábrica tiene paralizada la producción.
DISCULPAS DEL CASO
Walmart se ha disculpado con los consumidores chinos y ha prometido devolver el dinero pagado por la carne a todos los clientes que habían adquirido la carne de burro de la marca “Cinco Especias”, afectada por este problema.
Mientras las autoridades locales certificaron que en el producto había, al menos, carne de zorro, Walmart ha iniciado una investigación interna, conducida por su presidente ejecutivo para China, Greg Foran.
“Estamos profundamente afectados por todo este asunto, es una lección que nos demuestra que tenemos que aumentar nuestra inversión en la gestión de nuestros suministradores”, declaró Foran.
La compañía estadounidense prometió mejorar su seguridad alimentaria y llevar a cabo pruebas de ADN en sus productos cárnicos, a pesar de que no lo exigen las normas nacionales chinas.
TEJEN DUDAS
Con todo, no parece fácil ni realista que los centros comerciales hagan este tipo de pruebas de manera regular con su carne fresca, indicó Hermann Ng, de la consultora Retail Nation, aunque Walmart había reducido su número de suministradores en China de más de 300 a unos 120, precisamente para tratar de controlar la calidad.
La compañía estadounidense prometió el año pasado abrir 110 nuevos establecimientos en China durante los siguientes tres años, y que invertiría 100 millones de yuanes (12,1 millones de euros, 16,5 millones de dólares) en mejorar su sistema de gestión de la calidad y de la seguridad alimentaria de sus productos