Después de una noche de fiesta por su 39 cumpleaños, y todavía en estado de embriaguez, un ciudadano argentino no pudo contener sus ganas de orinar justo cuando pasaba frente a una comisaría de la Policía Nacional de Almería, en España. Un agente vio la insólita escena a través de una cámara de seguridad esa mañana del 28 de marzo y salió para pedirle que se fuera a hacer sus necesidades a otro lugar.
La historia podría haber terminado en una anécdota para este argentino residente de Almería, pero no: redobló la apuesta, le pegó al efectivo y ahora debe enfrentar 18 meses de prisión, según determinó un juzgado de esa ciudad de Andalucía, según el diario español El Mundo.
Cuando el policía le increpó por orinar sobre la fachada de la comisaría, el argentino, cuya identidad no trascendió, se retiró entre gritos. Pero inmediatamente regresó y volvió a orinar frente al establecimiento.
Ya con los ánimos alterados, el policía se acercó al hombre -que, afirmó, estaba ebrio- para volver a pedirle que se retirara, pero el argentino se fastidió y, según dijeron testigos, comenzó a insultarlo y a gritar: "¡Yo orino donde me da la gana, y si quisiera, lo haría en tu cara!". El argentino entró en una espiral de violencia y golpeó al agente en la cara, lo tiró al suelo y volvió a pegarle. Entonces, quiso huir pero fue atrapado por otros agentes.
El hombre fue entonces detenido y acusado de atentado a la autoridad y lesiones, mientras que el policía agredido sufrió una lesión en la clavícula que lo dejó fuera de servicio por un tiempo.
El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería lo condenó por esa causa a un año y medio de prisión y lo obligó a indemnizar a la víctima con 940 dólares.
Fuente: La Nación de Argentina / GDA