La visita de tres días de Barack Obama puede cambiar por completo la imagen que tuvieron varias generaciones de cubanos de los presidentes de Estados Unidos, aun cuando todavía esté vigente el embargo económico que castiga a los isleños y les impide a los estadounidenses hacer turismo o negocios libremente en Cuba.
Todo está tranquilo en el Malecón de La Habana pocas horas antes de la llegada del presidente estadounidense Barack Obama. Algunos deportistas, pescadores y pelícanos es lo único a la vista en el famoso bulevar costero.
Los ferris serán pronto uno de los negocios sustanciosos de La Habana. Aquí uno, esta tarde, visto desde El Malecón pic.twitter.com/ougA9yeYsB
— pablo de llano neira (@pablodellano) 20 de marzo de 2016
Uno de los presentes, Roberto Albar, dice que ambos países se beneficiarán de la reanudación de relaciones.
"Somos prácticamente vecinos", dijo el hombre jubilado de 68 años de edad.
El hecho de que los dos sistemas políticos son distintos "no quiere decir que tengamos que ser enemigos", indicó.
Sin embargo, no todos piensas lo mismo. Albar dice que no ha visto cambios importantes en Cuba en el año desde que restablecieron las relaciones diplomáticas. Señalando hacia su casa cerca de la costa, expresó: "Eso se está cayendo, y los pobres siguen siendo pobres".
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) 19 de marzo de 2016
"¿A qué viene?"
A pocas cuadras del Museo de la Revolución, en la "esquina caliente", donde se reúnen a diario los habaneros, sobre todo mayores, a debatir de béisbol, también se habla del presidente de Estados Unidos pero del Barack Obama aficionado al deporte que asistirá el martes al juego del equipo nacional cubano con los Tampa Bay de las Grandes Ligas.
(AP)
"A Obama lo vamos a escuchar, lo vamos a respetar, pero él en su lado y nosotros en el nuestro", dijo Rolando Verdecia, un mulato exboxedor de 89 años.
Caridad Amador, una farmacóloga de 62 años, no habla de béisbol pero sí del presidente de Estados Unidos y sin reservas se pregunta por qué no ha hecho más para aliviar el embargo.
"¿A qué viene aquí, a hacer qué? Con sinceridad, yo no estoy de acuerdo en que venga. No estoy de acuerdo, con el mayor respeto, y lo considero un absurdo", dijo Amador.
A diferencia de otras épocas su opinión ya no es la de la mayoría.
Para los cubanos de color, Obama es fuente de inspiración
Actualmente, muchos afrocubanos luchan por sobrevivir con un empleo mal pagado en el gobierno y otros trabajos independientes que realizan, como la creación de páginas web.
(AP)
Algunos sienten la punzada del racismo en comentarios despectivos casuales o cuando una empleada niega un lugar en un restaurante costoso.
La visita de Obama del 20 al 22 de marzo ha avivado las esperanzas de todos los cubanos de que una nueva era en las relaciones con Estados Unidos pondrá fin a un embargo comercial estadounidense y mejorará la vida en la isla. Para los afrocubanos en particular, la visita presidencial trae consigo algo especial: la esperanza de que un líder afroestadounidense, con popularidad casi mundial entre los cubanos de todas las razas, ayude a terminar con los prejuicios y la inequidad persistentes.
"Es negro, y en algún momento de su vida él tiene que haberse dado cuenta que como afroamericano al fin él tenía que elevar su modo de actuación... por ser negro tienes que esforzar doble para conseguir lo mismo que un blanco", dijo Mauri. "Yo me identifico muchísimo con él por ese sentido... la intención".
Fuente: Agencias AFP/AP
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