El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alegó este martes que su "muro" ha "frenado" la entrada de la COVID-19 desde México, a pesar de que su país supera con creces al vecino en número de muertes y de que los estados fronterizos de Arizona, Texas y California experimentan un fuerte repunte de contagios. (REUTERS/Carlos Barria).
Donald Trump
Redacción EC

Arizona [AP]. El presidente de Estados Unidos, , visitó este martes la frontera con México para celebrar la construcción de más de 320 kilómetros (200 millas) de muro, con la esperanza de que les recuerde a los votantes de su progreso en torno a una de sus promesas de la campaña del 2016.

Trump le atribuyó al muro no solo haber frenado la inmigración ilegal, sino también al coronavirus, diciendo “frenó el COVID, lo frenó todo”.

Pero su visita se llevó a cabo en momentos en que funcionarios de salud pública en Washington testificaban sobre la amenaza actual del coronavirus, y señalando a Arizona en los que se registra un incremento de casos.

Trump estaba tratando de recuperar impulso para su campaña tras el evento del fin de semana en Tulsa, Oklahoma, que se suponía fuera una señal de la reapertura del país y un despliegue de fuerza política, pero en lugar de ello tuvo miles de asientos vacíos y generó dudas sobre el liderazgo de la campaña del presidente y sus aspiraciones de reelección.

La baja asistencia centró aún más la atención en la visita de Trump a Arizona, un estado sin clara preferencia política y un creciente foco de infección del coronavirus.

Al visitar la frontera, Trump trató de cambiar el tema a un asunto que él piensa le ayudará a revitalizar a sus seguidores en noviembre.

“Nuestra frontera nunca ha estado más segura“, declaró Trump al reunirse con el gobernador republicano Doug Ducey y funcionarios de la Patrulla Fronteriza.

Más tarde el martes, Trump tiene programado un discurso ante un grupo de jóvenes republicanos en una mega-iglesia en Phoenix, donde los organizadores han dicho que esperan a miles de asistentes

Sin embargo, en todo el viaje, el tema del coronavirus tenderá una sombra sobre el gobernante. La alcaldesa de Phoenix ha dicho claramente que no cree que sea buena idea que tantas personas se congreguen allí y ha exhortado al mandatario a usar mascarilla.

Trump se ha negado a usar la mascarilla en público, convirtiendo el tema en un asunto cultural entre republicanos y demócratas. Las encuestas indican que los republicanos usan mucho menos las mascarillas comparado con los demócratas, pese a las advertencias de expertos de que ello reduce drásticamente la posibilidad de contraer el virus.

El evento con los jóvenes republicanos “Students for Trump” será transmitido en video a otros grupos afines en todo el país. “Students for Trump” es organizado por Turning Point Action, una agrupación liderada por Charlie Kirk, un partidario del mandatario. Los organizadores dijeron que aún no habían finiquitado las medidas sanitarias y que no sabían si a los asistentes serán obligados a usar mascarillas o mantener el distanciamiento social.

Desde finales de mayo, Arizona ha surgido como uno de los centros de contagio más graves del país.

Fotos de restaurantes y bares atestados con gente sin mascarillas han causado controversia. Ducey, partidario de Trump, dio marcha atrás la semana pasada y permitió a condados y municipalidades exigir a su ciudadanía usar mascarillas en sitios públicos.

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