Son cientos los artículos que se han escrito en el último año en el mundo -sobre todo en Occidente- vaticinando el fin del milagro económico chino. “China al borde del colapso”, “El gigante asiático se desinfla”, “Se viene lo peor para China”, son algunos de los titulares apocalípticos que anuncian una crisis sin precedentes en el país que sirvió de fábrica del planeta durante varias décadas.
MIRA: ‘Ley Ómnibus’: ¿Qué significa aprobar “en general” la reforma de Milei y cómo pasó de 600 a 224 artículos?
En un contexto geopolítico complicado, con varios conflictos bélicos en desarrollo, y una tensa relación entre Washington y Beijing, mostrar a China como una potencia cerca de la bancarrota ayuda mucho a la guerra mediática. Pero ni su economía está en crisis total ni tampoco las cosas van viento en popa. Y lo ocurrido con Evergrande, una de las inmobiliarias chinas más grandes, es una muestra de ello.
El lunes, un tribunal de Hong Kong ordenó su liquidación al no poder reestructurar su deuda de casi 330 mil millones de dólares con sus acreedores extranjeros, en un caso que estalló en el 2021 cuando la promotora inmobiliaria empezó a incumplir sus pagos de deuda.
Aún queda por ver si la decisión de Hong Kong complicará las operaciones de Evergrande en China continental, dado que es un territorio semiautónomo con legislaciones diferentes, pero sin duda el fallo judicial no podrá pasar desapercibido pues el propio presidente de la empresa está bajo arresto domiciliario -y con paradero desconocido- desde setiembre del año pasado.
¿Es posible que la liquidación de una empresa inmobiliaria haga tambalear la gigantesca economía china? Las respuestas han sido muchas en estos días, pero lo que ha pasado con Evergrande definitivamente ha venido afectando al país, teniendo en cuenta que era una de las más grandes y emblemáticas compañías en un rubro clave del vertiginoso crecimiento chino, que llegó a representar –en su momento más boyante- incluso la cuarta parte de su PBI.
“La crisis supone un duro golpe para la economía china y un cambio respecto a su anterior crecimiento ininterrumpido. Esto puede provocar una ralentización de la actividad de la construcción, pérdidas de empleo y disminución del gasto de los consumidores”, explica a El Comercio Diana Díaz Martínez, gerenta de Desarrollo de Negocios en Latinoamérica para la consultora internacional Mauve Group.
Torres vacías
El boom inmobiliario en China fue de la mano con la masiva urbanización que vivió el país desde mediados de los años 90.
“China pasó de tasas de 30% de urbanización a cerca del 70%. Este proceso que ha durado unos 35 años, en otros países ha tardado unos 80. Y este proceso de masiva urbanización tuvo mucho que ver con su proceso de exportación, pues la gente del campo que se mudó a la ciudad se convirtió en la mano de obra de las grandes industrias y factorías”, recuerda Marco Ortiz, profesor del Departamento de Economía de la Universidad del Pacífico. Por eso, a partir del nuevo milenio China tuvo un brutal crecimiento económico y muchas empresas occidentales decidieron mover sus fábricas hacia el gigante asiático para abaratar costos.
1996
Inicialmente bajo el nombre de Hongda Group, Evergrande fue fundada por el inversionista Hui Ka Yan en la ciudad de Guangzhou, y se convirtió rápidamente en una de las inmobiliarias más importantes de China.
Agosto 2021
Saltan las alarmas cuando numerosos de los proyectos de Evergrande en China se paralizan debido al vencimiento de deudas. Las autoridades advierten a la compañía que debe reducir riesgos y dar prioridad a la estabilidad.
Diciembre 2021
Las acciones de Evergrande se desploman a su mínimo histórico después de anunciar que no podrían afrontar toda su deuda y que negociarían un plan de reestructuración con sus acreedores 'offshore'.
Agosto 2023
El conglomerado anuncia pérdidas de 33.012 millones de yuanes (US$4.515 millones) en el primer semestre del año, un 50,4% menos que en el mismo periodo del 2022.
Setiembre 2023
Las autoridades chinas ponen bajo arresto domiciliario al presidente de la firma, Hui Ka Yan, provocando que la empresa cierre de nuevo con abultadas pérdidas en la Bolsa de Hong Kong.
Octubre 2023
El Tribunal Superior de Hong Kong concede a Evergrande un plazo de cinco semanas para llegar a un acuerdo con los acreedores. En diciembre le extienden el plazo para que presente un nuevo plan de reestructuración.
29 Enero 2024
Un tribunal de Hong Kong ordena la liquidación de Evergrande y se nombra como liquidadores a dos miembros del bufete de abogados Alvarez and Marsal: Edward Middleton y Tiffany Wong
Así, durante este boom inmobiliario, los chinos -que ahora tenían mejor poder adquisitivo- pagaban sus nuevas viviendas antes de que fuesen construidas, lo que permitía a las constructoras -que no tenían mayor regulación- financiar sus proyectos a crédito. Sin embargo, las empresas fueron endeudándose cada vez más mientras seguían llenando las ciudades de torres de departamentos y oficinas.
En el 2020, el gobierno de Beijing decide endurecer las condiciones para exigir a las empresas inmobiliarias que transparenten sus costos para que puedan acceder a créditos, pero eso provocó que muchas compañías se quedaran sin liquidez.
Aunque Evergrande fue una de las primeras en dar señales de alarma, sobre todo por su tamaño e importancia, otras empresas más pequeñas empezaron a quebrar y a dejar sus construcciones a la mitad, dejando sin casas a miles de personas que ya las habían pagado con anticipación.
Efecto dominó
En el 2021, cuando Evergrande ya no pudo pagar sus primeras deudas, el mercado inmobiliario tembló y muchos temían que se viniera una gran ola que terminara repercutiendo en el destino de la economía china, teniendo en cuenta la importancia que el gobierno le dio a la inversión en este sector.
US$328.000 millones
es la suma de las deudas acumuladas por Evergrande
US$232.200 millones
fue el PBI (Producto Bruto Interno) del Perú en el 2022
Pero no hay que olvidar que, en medio de esta situación, China vivió durante dos años la estricta política de ‘covid cero’, que mantuvo a gran parte del país confinado debido a la pandemia.
No obstante, la economía china creció 5,3% en el 2022, pese a que se auguraban cifras más bajas. Eso no quiere decir que no exista actualmente una ralentización de la economía, riesgo de deflación, salarios más bajos y menos inversiones extranjeras ante la desconfianza e incertidumbre.
“El mercado inmobiliario es un buen termómetro de cómo le va a la economía de un país. Este sector no solo ha generado una crisis, sino que también refleja el impacto de la crisis misma en China. Es parte del diagnóstico”, asevera Ortiz.
Para los analistas consultados, el escenario no debería ser tan pesimista. “Es poco probable que China entre en una crisis económica, pero su crecimiento será más lento. El Gobierno Chino ha demostrado un historial de adopción de medidas eficaces para mitigar los riesgos financieros y estabilizar la economía. Sin embargo, su enfoque inflexible sobre el papel del mercado frente al del Estado y las tensiones en los mercados financieros e inmobiliarios podrían provocar una volatilidad significativa en los próximos años”, augura Díaz Martínez.
“Crecer al 5% no debería ser una crisis”, añade Ortiz. “Se trata más de un tema estructural pues China ya estaba llegando a un techo. Los mercados ya esperaban que las tasas de crecimiento del país sean más bajas”. Más bien, explica, lo ocurrido en Evergrande se puede calificar como un catalizador, un evento que hace que todos reevalúen lo que va a pasar con China.
En octubre pasado, durante la presentación del Informe sobre Estabilidad Financiera Global, el FMI mostró su preocupación por la situación financiera de China y pidió a las autoridades del país que “restablezcan la confianza en el sector inmobiliario”, pues podría generarse un efecto cascada sobre otros sectores.
Para Díaz Martínez, la liquidación de Evergrande podría afectar la confianza de los mercados financieros y que los inversionistas apuesten por destinos alternativos más seguros.
“Los inversionistas internacionales no miran precisamente el largo plazo, y todo esto genera mucha incertidumbre respecto a la tasa de crecimiento hacia adelante, por eso muchos piensan que se está marcando un quiebre”, agrega Ortiz.
Con todo esto, lo ocurrido con Evergrande puede marcar un punto de inflexión que permita reajustar el destino de China, un gigante que ya ha sabido capear otros temporales y que, sin duda, no está dispuesto a ceder tan fácil su posición de segunda economía del mundo.