La fuerte explosión registrada hoy en Nueva York que se trajo abajo a dos pequeños edificios en el barrio de Harlem y causó heridas leves al menos a once personas, se debería a problemas en un línea de gas y no a un atentado terrorista, afirmaron fuentes policiales citadas por la cadena de televisión CNN.
De acuerdo a la agencia EFE, un vecino de la zona señaló por teléfono al canal local NY1 que no había olor a gas en el momento de la explosión, aunque otros testigos han asegurado al periódico Daily News que "desde hace semanas" olía a gas.
La explosión tuvo lugar a las 9:30 a.m. en una calle del barrio latino de Harlem y en las imágenes de televisión se ve claramente un hueco entre dos edificios.
Los bomberos arrojan agua desde las escaleras de sus camiones sobre la montaña de escombros, de los que salen columnas de humo y vapor.
En las plantas bajas de los dos edificios derrumbados había una iglesia hispana y una tienda de pianos, y encima había cuatro plantas de apartamentos, aunque por ahora se ignora si estaban ocupados o si las viejas construcciones estaban abandonadas.
El departamento de bomberos ha desplazado a 39 unidades con 168 personas, mientras que la policía ha enviado a un grupo especial de desactivación de explosivos como medida de precaución, según indicaron medios locales.