El final feliz del refugiado pateado por periodista húngara
El final feliz del refugiado pateado por periodista húngara

Protagonista involuntario de uno de los hechos más repudiados de la semana, el refugiado sirio que fue pateado por la periodista húngara fue identificado como Osama Abdul Mohsen. Las fotos del hombre que cae de manera aparatosa con su hijo de siete años en brazos dieron la vuelta al mundo y provocaron que la mujer fuera echada del trabajo.

De acuerdo con el diario español "El Mundo", que lo contactó, Osama Abdul Mohsen empleó 12 días para llegar finalmente a su destino: Múnich, Alemania, y reencontrarse finalmente con su otro hijo de 18 años. Osama y su pequeño de 7 años escaparon de la caótica Siria hace más de un año. 

"El viaje fue agotador y muy estresante. Muy difícil y peligroso", le dijo Osama a "El Mundo".

¿Pudo usted o su hijo morir en algún momento de su recorrido?, le preguntó el diario español.

"Sí, por supuesto y con mucha facilidad. Este sentimiento estuvo presente en todo momento. Pensaba siempre... Mi hijo pudo morir", responde este hombre con estudios superiores.

"La patada de la periodista fue inquietante y dura... Mi sensación fue de sorpresa. Y después dolor cuando vi el miedo y el pánico en la cara de mi hijo... Mi hijo lloró durante dos horas. Estaba aterrado. Tras ello nos tomaron las huellas digitales, nos amenazaron con la cárcel...", recuerda Osama sobre la agresión de Petra Laszlo.

Termina diciendo que su próximo objetivo es reunir a toda su familia en Europa.

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